El trabajo del Valencia que no se ve

El trabajo que se hace en el Valencia, más allá de lo evidente a nivel deportivo, es más que importante, y lo llevan a cabo valencianos y valencianistas casi anónimos para el gran público, y que cada día se dejan la piel por esta entidad por encima de los muchos insultos y faltas de respeto que les da profiere gente que ni sabe cómo se llaman ni lo que hacen. Ha sido un 2019 muy duto y muy bélico a pesar de todo lo bueno, y se ha tomado demasiadas veces la parte por el todo, y algunos de esos empleados, que llevan en el club desde el siglo pasado o casi, se han visto vilipendiados de una manera vergonzosa. Pero con todo y con eso, han estado al pie del cañón, cumpliendo con su trabajo y su obligación, demostrando que además de gente que siente el club, son profesionales de primer nivel en todas y cada una de las facetas que desempeñan.

Todo lo que ha pasado este año ha sido resumido en servilismos, en ser esclavos, en gente sumisa que hace lo que le ordena su patrón. Me ha dado mucha vergüenza y mucho asco, porque es obvio que aquí "nadie tiene jefe", y el que lo tiene, se permite el lujo de mandarlo a pastar siempre que le dice algo con lo que no está de acuerdo. El Valencia es una organización modélica, que ha recibido distinciones de todo tipo, que ha batido récords comerciales, de interacciones en redes sociales, de visitas en sus medios oficiales, que tiene una vertiente social pionera en esta país, que genera acciones que emocionan a personas de todo el mundo. Y todo eso lo hacen un buen puñado de valencianos que trabajan día a día en nuestro club.