Supercopa de España, el primer dilema del año

El Valencia vuelve a la competición el fin de semana con el encuentro liguero ante el Eibar, no habrá tiempo para descansar ya que inmediatamente el equipo volará a Arabia donde la semana que viene se medirá al Real Madrid en la semifinal de la Supercopa de España. La modificación del reglamento del torneo ha sido muy injusta para el Valencia, el criterio de competición se modificó en plazos de tiempo incorrectos e incluyó a dos equipos más, la posibilidad de ganar otro título se complicaba. Pero por si fuera poco, el reparto económico es totalmente inaceptable y el hecho de jugar el torneo en Asia una desconsideración para los aficionados. En medio de un calendario cargado y en plena plaga de lesiones, el Valencia debe analizar muy bien la forma en la que encarar la Supercopa. Es cierto que existen posibilidades de alzar una nueva copa, pero si se es consencuente habrá que intentar competir minimizando riesgos.

Las prioridades están más que claras y la Supercopa se sitúa en la cola de la lista. Forzar a jugadores o realizar un esfuerzo desmedido sería un error. Hay ilusión y posibilidades de ser campeón, pero también se corre el riesgo de que el precio a pagar sea demasiado alto en busca de un premio que no es tan grande. No se trata de despreciar la competición pero obviamente, los criterios de reglamento empleados y el menosprecio recibido por el Valencia obligan a mirar este torneo con perspectiva. En todo caso Celades y los suyos tratarán de ofrecer el primer regalo de 2020 en forma de título.