Un animal llamado Francis Coquelin para comer rivales del Valencia

“Francis Coquelin come tornillos para desayunar”. Nadie ha dicho esto del jugador galo nunca, y de hecho es una adaptación de lo que en su día dijo Di Stéfano de Voro cuando era futbolista del Valencia. Si don Alfredo hubiera visto a Coquelin en este Valencia habría dicho algo similar, o incluso más agudo, porque además de un mal humor de perros permanente, era un tipo con sentido especial para estas cosas. Lo que tiene el medio campo del Valencia con el ex del Arsenal se llama tesoro, porque un tipo capaz de darte esas prestaciones en cada partido, pelando cada balón como si fuera la comida de ese día de sus hijos, y luego teniendo criterio con él, es algo que se debe poner en valor. Si pudiera jugar en algún momento 20 partidos seguidos…

Porque ese es el lastre de Coquelin, que las lesiones, mayores y menores, le sacuden con demasiada asiduidad, y eso le rompe cualquier tipo de ritmo. Es un dato curioso, pero con él en el campo sólo se han perdido 3 partidos este año: el extraño duelo de Barcelona, el no menos raro contra el Ajax en la Champions League, y el poco normal contra Osasuna en el Sadar. Su presencia ahora mismo le da al equipo un empaque y una fuerza que necesita, porque cuando falta gente importante los que están deben dar mucho más. Y ahí aparece Coquelin, comiendo tornillos para entrenar o rivales con su sola presencia en el terreno de juego. Que las lesiones lo dejen en paz, y seguiremos disfrutando de esta espectáculo.