Jamás nos va a gustar nadie que fiche el Valencia... salvo que seamos nosotros

“Ese ficha por el Valencia porque ahora le hace la pelota a Peter Lim y a Meriton”. La argumentación del entorno a la última incorporación del club, Román Bellver, es obvio que tiene “peso”. No he hablado con él nunca, no sabía quién era ni tampoco que en su día había dado palos a Lim y a Mendes. Por lo tanto, si yo ahora mismo me pusiera a juzgar al señor Bellver con estos datos, como poco sería un osado, aunque profesionalmente sería un absoluto insensato y mi actitud del todo indecente. Como en todo proceso en la vida, cuando llega alguien nuevo a un sitio hay que dejar que aterrice, se asiente, trabaje y demuestre si vale. Antes, para bien o para mal, no se le puede poner una etiqueta, salvo que aquí vayamos a temas personales, que eso es otra cosa.

Y es que, con perdón, la envidia es algo que vive en nosotros, en mayor o menor medida, y nos fastidia soberanamente con J que estas cosas pasen, o mejor, que no nos pasen a nosotros. Si me llama el Valencia para trabajar en el club de mi vida en algo que fuera de mi agrado, y encima pagaran, sería un tipo feliz. Y si pagaran mucho, más feliz. No voy a decir que todos piensen igual, pero yo no me voy a esconder. Y por el hecho de que no me llamen no voy a matar al que recibe la llamada, simplemente por ese hecho. Si Román Bellver demuestra no valer hablaremos, pero de momento, debe hacerlo o dejarlo de hacer, es decir, hay que darle ese famoso margen de al menos 100 días de cortesía.