La Curva Nord y el Valencia no se deben sentar, sino arreglar el problema

Que Alemany dijera lo que todos sabemos no cambia las cosas, porque hay que ponerse, y probablemente cambiando las personas que hablen

Toni Hernández | 16 NOV. 2019 | 09:00
Mestalla

El Valencia y la Curva Nord tienen un problema, el que sea, que a fin de cuentas repercute en el equipo y en el ambiente de Mestalla. Negar la mayor es absurdo, mirar para otro lado no lo arregla, y al final se trata de coger al toro por cuernos y solventar una situación que no tienen ni pies ni cabeza. Es más que probable que haya que cambiar los interlocutores, seguro, porque el desgaste hace casi imposible que sean los mismos, y también es probable que miembros históricos de la Curva deban dar un paso al lado para que el proyecto continue. Todas las partes han cometido errores, pero urge hacer un borrón y cuenta nueva, aunque eso conlleve ciertos sacrificios por parte de todos.

"Con la premisa del respeto y el civismo, creo se debió tomar otra medida con la Curva Nord. Mestalla necesita una grada de animación, el equipo también”, decía Mateu Alemany en su despedida, aunque no aclaró cómo fueron las conversaciones en las que él mismo llegó a participar. Y por supuesto estoy de acuerdo con su planteamiento, “más allá de las medidas concretas, yo me refiero al diálogo. Hay que encontrar el diálogo con el lema por supuesto de violencia cero”, es lo que llevo pidiendo casi un año. Pero que se haga, que se sienten, que lo arreglen, que haya gente de nivel que sepa apartarse, que el estadio sea lo que ha sido estos años. El Valencia siempre está por encima de todos, no lo olvidemos.