¿Queremos acusar de algo en el Valencia a Jorge Mendes? Pruebas y un par, al menos, de razones

El súper agente portugués hace lo mismo siempre, cuando los jugadores emocionan y cuando no, cuando se va a la Champions o se queda el 12

Toni Hernández | 15 AGO. 2019 | 23:00
Mendes y Lim

Que Jorge Mendes iba a ser este verano más malo que pegarle un padre se veía a legua, porque eran ya muchos mercados en los que se hablaba de él, en los que estaba todo tranquilo, aunque el luso ha seguido operando con normalidad, porque Gonçalo Guedes es suyo, se pagaron 40 millones de euros al PSG por si traspaso, y él cobró su 10% pertinente, como está establecido por FIFA desde hace muchos años. No sólo no hubo ruido de sables sino que lo que se oyó fueron aplausos atronadores, el extremo fue recibido como una gran estrella del rock en el aeropuerto de Manises, y sus fotos con Peter Lim corrían como la pólvora. Y fue una operación de Mendes.

Ahora cuando renueve Garay, que es un asunto del que nadie habla y que se dijo que estará resuelto antes de comenzar la Liga y eso pasa mañana, tampoco nadie dirá nada, y es otro jugador de Mendes. Cuando ha regresado Mangala, que lleva dos años sin jugar, todo el mundo se ha mostrado conforme y ha desestimado todos los nombres de jugadores que han ido sonando. Y también era de Mendes. Pero la venta de Rodrigo es mala, porque se supone que la de Correa va de la mano y es del portugués, y ahora tenemos que “matarlo” porque ofrece a André Silva, que no es lo que se quiere pero que no deja de ser el trabajo de un agente. Mendes es siempre el mismo, para bien y para mal, pero unas veces se le crucifica y otras se pasa todo por alto. Curioso, no cabe duda.