La política de fichajes del Valencia: explicación

Entender muchos de los movimientos de cualquier club siempre es complejo, pero los de nuestro equipo, si cabe, un poco más

Toni Hernández | 11 JUL. 2019 | 07:00
Longoria, Murthy, Lim, Alemany y Koh

La explicación de la política de fichajes del Valencia, desde 2017 para acá, no es algo sencillo de contar, porque entre otras cosas haría falta toda la información económica de la entidad, la micro y la macro más que apuntes generales por mu detallados que estén en la memoria de la SAD, para poder hablar con total propiedad de cada caso. Pero para poder tener ahora mismo el equipo que se tiene, tanto en valor de mercado (por encima de los 500 millones de euros), como en valor deportivo (dos clasificaciones seguidas para Champions League y actuales campeones de la Copa del Rey), lo primero que hay que hacer es arriesgar (verano 2017), después no fallar (verano 2018) y por último dar el salto (verano 2019).

Repito que no entramos en valoraciones de Fair Play Financiero, que desde luego ponen las normas, pero sí que es cierto que el Valencia ha llevado esas reglas al riesgo máximo, y aunque el curso pasado fue casi de milagro, le ha terminado saliendo bien. Pero si uno analiza con calma, los movimientos se empiezan a ver claros. Entran jugadores muy jóvenes que pueden ser el relevo de otros más veteranos con más valor de mercado, y de ese modo ir renovando la plantilla y aumentando el espacio económico, pero todo ello supeditado a no perder potencial y seguir cada año en Champions League. Y además teniendo que terminar con la herencia del pasado, y contando con jugadores que no salgan bien en el presente. Y nosotros nos podemos a exigir y a dar lecciones…