Segunda operación bomba de fichajes del Valencia este verano

El Valencia está teniendo una actividad frenética en este mercado de fichajes de verano, al menos en su etapa inicial. Antes de que se abriera de forma oficial, el 1 de julio, ya había hecho la mayor transacción de la historia entre porteros, mandando a Neto al Barcelona a cambio de 26 millones de euros fijos y otros 9 en variables, y recibiendo a Jasper Cillessen pagando 35 kilos fijos. De esa manera se zanjaba el asunto de equilibrar los balances, uno de los grandes caballos de batalla del club siempre, y de otra se ponía a salvaguarda al resto de estrellas del equipo, puesto que la posición a la hora de vender nunca va a ser de debilidad sino de interés. La primer operación fue perfecta, y ahora vamos con la segunda.

De hecho la primera puede tener una especie de secuela, puesto que el fichaje de Rafinha Alcántara por el Valencia puede darse en breve a pesar de las palabras del jugador de hace unos días en las que hablaba de luchar por jugar en el Barcelona. Lo de Maxi Gómez por 15 millones y Santi Mina más Jorge Sáenz es una maniobra arriesgada pero que deja a las claras que el club tiene claros sus pasos, y que Marcelino y Longoria trabajan en equipo con Mateo Alemany. Firmas un delantero de máximo nivel por muchas dudas que esté generando en el ambiente, sacar un futbolista que tiene valor pero no será nunca titular indiscutible, y puedes haberle dado minutos en primera a un tipo que es una apuesta de futuro. Otra mega operación más que buena.