El caso Rodrigo, un dilema con soluciones sencillas

Opinión/ Un sector de la afición madridista vuelve a acusar al Valencia por no ceder a las pretensiones del club de la capital. Es una polémica demasiado estéril

Jose Hernández | 23 AGO. 2018 | 08:00
Rodrigo Moreno

Habrá caso Rodrigo hasta que termine el mercado de fichajes, al menos así parece haberlo entendido un sector de la prensa de Madrid que mantiene la estrategia planteada hace semanas aunque la realidad no permita sustentarla con argumentos. Rodrigo tiene muchas posibilidades de continuar en el Valencia, el futbolista quiere quedarse pero en el mundo del fútbol no se puede descartar ningún escenario. En este caso parece complicado que el Valencia acepte una cantidad que se aleje demasiado de la cláusula de 120 millones de euros, y por otro lado Florentino Pérez tampoco parece animado a lanzar la casa por la ventana por un jugador que no responde al perfil mediático de sus contrataciones habituales.

Hasta ahí todo correcto, ambos clubes miran por sus intereses y se acogen a los contratos firmados. El problema llega cuando una parte de la afición madridista comienza a repetir mantras que parecen instalados en el subconsciente y que colocan al Valencia en el punto de mira. El hecho de que el Valencia tan solo haya vendido a un futbolista en las últimas décadas al equipo merengue sin el pago de la cláusula (Albiol), crea una crispación absolutamente injustificada en algunos seguidores blancos. Alegar argumentos como que el conjunto de Mestalla sí ha vendido jugadores al Barça u otros equipos es una justificación muy pobre para el ataque, tampoco resulta lógico comparar el número de futbolistas que llegaron al Valencia procedentes del Real Madrid, ya que en todas las operaciones se cumplió la legalidad y no existieron presiones de ningún tipo. ¿El Valencia está obligado a traspasar jugadores al Real Madrid por un precio inferior a sus cláusulas? evidentemente no está obligado, puede hacerlo o no si lo estima oportuno.

Resulta curioso que en un fútbol tan monetizado como el actual, en el que el Real Madrid es precisamente uno de los exponentes en mercadotecnia y explotación de derechos de televisión, se acuda a un falso sentimentalismo y a la moralidad para intentar encajar un golpe. "El valencianismo nos odia", "No nos quieren vender jugadores" o incluso "El Valencia se deja sodomizar por el Barcelona" (célebre y lamentable frase difundida en su día por el periodista Miguel Serrano). La cuestión es mucho más sencilla que todo eso y por supuesto, ni el Valencia ni ningún aficionado debería caer en la tentación de excusarse ante los traspasos fallidos tras un interés del Real Madrid.

La legalidad y los contratos están para cumplirse o romperse en el caso de que las partes estén de acuerdo. El Valencia nunca se ha sentido satisfecho con las ofertas planteadas por el Real Madrid a excepción de Albiol. Y llegados al caso de que el Valencia hubiera preferido traspasar a un jugador (o lo hiciera en el futuro) a otro club distinto, también estaría en pleno derecho de hacerlo. La solución más fácil para que no se produzcan este tipo de "pataletas" debería encontrarla el madridismo radical en su propia casa, ya que existe un medio rápido para contratar a un jugador siempre que el futbolista esté de acuerdo: pagar la cláusula de rescisión. En esta polémica estéril alimentada desde la capital, el Valencia está libre de cualquier pecado.