El Valencia no puede hacer el ridículo nunca, aunque sea de Champions League

El Valencia no puede hacer el ridículo nunca, aunque sea de Champions League. Ahí se llama la película del partido de hoy, ni más ni menos. El objetivo está cumplido, afortunadamente, y el Girona tampoco se juega nada, aunque se querrá despedir de su afición con buen sabor de boca después de un gran año. Está claro que en juego sólo está la hornilla, no le demos muchas más vueltas, pero que a uno le pinten la cara por sistema no gusta, no es bueno, ni sano, ni desde luego, conveniente. Han sido 5 partidos sin conseguir la victoria, por unas cosas u otras, y cada encuentro ha tenido su explicación y en alguno se ha merecido más. Pero lo del Getafe en casa dolió, y lo de Villareal, aunque se hizo más sangre de la que tocaba ese día, también.

Hoy toca jugar un buen partido de fútbol, dar un buen espectáculo, ser competitivos y darle una alegría al personal, aunque está claro que la bala de jugar el último partido en Mestalla está ahí, y quizá ese día sea cuando se vea una mejor versión del equipo respecto a las semanas que se lleva sin sumar los 3 puntos. Marcelino tiene claro que no quiere acabar con mal sabor de boca, sin volvernos locos y con los pies en el suelo, pero nunca con mal sabor de boca. Un buen día para jugar un buen partido de fútbol por parte de un buen equipo, que lo ha demostrado durante muchos meses.