Nuevo Mestalla: la clave del futuro estadio del Valencia

El Valencia ha empezado ya a terminar la construcción del Nuevo Mestalla. Sí, la frase es enrevesada a más no poder, pero es que realmente ocurre esto. El comienzo oficial fue hace más de una década sólo pensarlo da mucha vergüenza, mucha), y desde hace muchos años lleva parado eso que algunos llaman “mausoleo de la burbuja inmobiliaria, que es un nombre con mucha mala baba, pero cierto como la vida misma. Que se hayan pedido licencias de actividades, nuevas, al Ayuntamiento de Valencia, es un paso, pequeño o grande, pero sin el que no se puede seguir avanzando en el proceso por más que se quiera. Que las dos entidades vayan de la mano es fundamental, y a las dos les interesa porque el viejo Mestalla quema tanto o más que el Nuevo, y ahí sigue estando la clave de todo, aunque se habla poco o nada del tema.

Y es que si no venden las parcelas del actual campo, las famosas cinco pastillas, estamos bloqueados de todos modos. El acuerdo con Bankia era vender esos terrenos, o que los comprara Peter Lim o alguien afín a él, para zanjar todas las hipotecas que tiene el Valencia sobre ellos, y que superan los 200 millones de euros. Con eso zanjado, la entidad se comprometía a financiar la construcción del futuro estadio. Es decir, pagar unos préstamos viejos para suscribir unos nuevos, pero eso sí, con la máquina de hacer dinero que tiene que ser la futura casa del valencianismo. El plan no es nuevo, ni mucho menos, pero si no se lleva cabo así, es casi imposible continuar con todo lo demás.