Quique Sánchez Flores: cuando ser cuarto no era suficiente

El técnico del Espanyol vuelve a Mestalla, un estadio con el que tuvo duros desencuentros. Ahora el Valencia volverá a la Champions pero el ambiente es distinto

Jose Hernández | 05 ABR. 2018 | 08:00

Quique Sánchez Flores no vive sus mejores momentos en el Espanyol, casi con toda seguridad abandonará la entidad este verano ya que la situación es muy inestable. Antes de ello volverá a Mestalla para enfrentarse a un Valencia que se encuentra en una situación muy distinta a la del pasado año. Quique Sánchez Flores pasó poco más de dos temporadas al frente del Valencia CF, consiguió clasificar al equipo a la Champions League pero mantuvo un fuerte enfrentamiento con la afición. Las circunstancias han cambiado mucho en esta década y ahora el valencianismo celebra con euforia volver a la máxima competición europea, algo que no ocurría con el técnico madrileño.


El 26 de mayo de 2007 el Valencia perdía 2-3 ante el Villarreal y de esa forma decía adiós a sus opciones matemáticas de ganar la liga a falta de dos jornadas. El equipo era cuarto a 7 puntos del líder y tenía asegurada su clasificación para la Champions. Sin embargo, Mestalla despidió al técnico con una sonora bronca y pidió su cabeza. Aunque Quique continuó en el puesto, sería cesado al poco tiempo de comenzar la siguiente campaña. La exigencia era máxima y las circunstancias diferentes a las actuales, el Valencia contaba con una plantilla millonaria y muchos jugadores que habían tocado la gloria años antes. Ahora un sector del valencianismo celebra la clasificación a la Liga de Campeones con euforia y el propio entrenador (Marcelino García Toral) califica el logro como algo utópico. Siendo de gran valor lo conseguido esta campaña, quizá exagera en su discurso.

Quique llegó a un Valencia que ni siquiera consiguió clasificarse para la Copa de la UEFA en 2004-05. Aterrizó con mal pie ya que el Valencia no fue capaz ese verano de ganar la Copa Intertoto que le hubiera mantenido en europa. No obstante, el equipo realizó un buen año ya que hasta la última jornada luchó por el subcampeonato de liga. En el siguiente ejercicio el Valencia alcanzó los cuartos de final de la Champions eliminando al todopoderoso Inter de Milán, cayó de forma digna ante el Chelsea de Mourinho. Las palabras de Quique no fueron adornadas con paños calientes: "nos queda un peldaño para estar entre los cuatro mejores equipos de europa". La cuarta posición en liga no calmó la ansiedad de la afición y el ambiente era muy pesimista. En 2007-08 Quique no resistió y abandonó la entidad por la puerta de atrás, aunque analizando con la perspectiva que otorga el tiempo, hay que reconocer que sus resultados fueron buenos. El domingo volverá a pisar un estadio muy especial para él.