La defensa del Valencia CF a exámen

12 partidos seguidos en liga encajando goles y la sensación de que el equipo ha perdido su consistencia. Analizamos la aportación de los zagueros esta campaña

Jose Hernández | 21 FEB. 2018 | 08:15

Siempre se ha dicho que la consistencia defensiva de un equipo no depende solo de las actuaciones de sus defensas, pero obviamente, el rendimiento de ellos condiciona de manera importante en los resultados finales. La defensa del Valencia no está bien, ni en cuanto a la capacidad de sincronizarse ni en el apartado individual. Es hora de analizar uno a uno a los defensas del Valencia y sacar conclusiones.

Ezequiel Garay

Aunque parezca mentira, ha sido el zaguero que ha participado en más partidos esta campaña. Sin embargo, a día de hoy es el que menos sensaciones positivas ofrece por su deficiente estado físico y los permanentes problemas con las lesiones. Ha ido de forma clara de más a menos, y pese a que su rendimiento fue mejor que el pasado año, nunca ha llegado a ser un verdadero líder para la defensa. A partir de ahora tendrá difícil ganarse el puesto si no se recupera de sus problemas físicos de forma definitiva.

Jeison Murillo

​Con él el Valencia no pierde, y la crisis de goles encajados coincide con su larga ausencia. Cuando ha jugado rindió de forma positiva, pero el pasado fin de semana no pudo ayudar a frenar la plaga sufrida por el equipo en los centros laterales. Es la gran esperanza del valencianismo de aquí a final de temporada,

Gabriel Paulista

Otro futbolista que no termina de convencer y que ha ofrecido un rendimiento muy irregular. Es mucho menos contundente que Murillo en el corte, aunque posicionalmente es un jugador con buenos fundamentos. Sin llegar a ofrecer un mal rendimiento, no ha demostrado las prestaciones que se esperaban de él. A todo ello hay que sumar su error en Las Palmas, una expulsión que condicionó mucho al Valencia en ese encuentro y en la visita posterior del Real Madrid.

Rubén Vezo

Todo un superviviente en la plantilla del Valencia. En verano su salida parecía clara, pero a base de trabajo ha conseguido convencer a Marcelino, no tanto a la afición.Es un buen central, pero quizá no con la calidad para jugar en el Valencia, y por supuesto, en el lateral diestro ofrece muy pocas garantías.