El silencio de Anil Murthy

El silencio del presidente del Valencia, Anil Murthy, parece revelador. Y es que antes de la Junta de Accionistas, el hombre fuerte de Meriton en la ciudad y en el club, tanto de forma directa como a través de los medios oficiales del Valencia, tuvo varias intervenciones nada afortunadas, que enfadaron a mucha gente, y lo que es peor, no sumaron nada en ningún sentido. En el fondo le puede entender, porque cuando te sacuden por todas partes (incluso con insultos personales que no tienen justificación alguna), cuando las cosas te salen bien tienes ganas de ajustar cuentas. Es algo humano, pero que no tiene sentido. Murthy tiró de esa vena y se topó con la diversidad que es el Valencia, con cientos de miles de personas que lo viven cada uno a su modo, y que no toleran, bajo ningún concepto, que nadie les diga cómo han de vivir “su Valencia”.

Desde entonces, pasada la Junta, el silencio. Y también el acierto, porque igual que se dio estopa, con razón, a determinados comunicados oficiales que no había por dónde cogerlos, la respuesta del club ante la torpeza de muchos políticos sobre el trato al fútbol femenino fue antológica, y en ella tuvo mucho que ver el mismo Anil Murthy que se equivocaba semanas atrás. El presidente sabe que se equivocó, y debería haber pedido disculpas, que no pasa nada por hacerlo, aunque ha preferido el silencio. Desconozco quién le aconseja, pero en esta ocasión ha estado acertado. Del cargo tiene mucho que aprender, que apenas lleva unos meses, y del valencianismo, también, pero con buena gente cerca, sería más fácil.