No busquen guerras en el Valencia, ni enfrentar a Zaza con Marcelino

El episodio, sin más, vivido con el cambio de Simone Zaza es tentador para algunos, pero no tiene ninguna base para generar nada

Toni Hernández | 05 NOV. 2017 | 00:01

El Valencia no está en guerra, no hay ninguna guerra, y nadie busca guerra. Si, duro de entender para muchos, complicado de asimilar que sólo se puede hablar del equipo en tono positivo, de alabanza, de admiración, de revelación maravillosa, de rebeldía ante la dictadura de los de siempre. Y no se puede usar cualquier resquicio para intentar meter basura, para sacar veneno, porque si encima no hay por donde coger, lo que se pone de manifiesto es que se molesta, que no se sabe convivir con un Valencia en el que las cosas son positivas, y que al final, para poder tener relevancia, hay que rebuscar en la basura, para ver qué se encuentra. Y claro, el cambio de Simone Zaza y que se fuera al vestuario por delante de Marcelino, es un bocado demasiado goloso para dejarlo pasar.

Todo eso ocurrió. Mestalla pedía el gol del italiano, que hubiera sido un récord en el club, marcando siete jornadas de forma conserva. Pero con 2-0, el técnico asturiano decidió dejar en el campo a Rodrigo Moreno junto con Santi Mina para buscarle la espalda al Leganés, y por cierto, lo clavó y llegó el tercero y se acabó el partido, que la cosa va de eso. Una imagen del italiano pasando delante del banquillo sin pararse (dijo que iba al baño), y alguno ya se embalaba a hablar de otro lío. No queridos amigos, no. Zaza tiene su carácter, fuerte, mucho, y hay que orientarlo más que domarlo. Sin más. Jaleos en otra puerta, gracias.