El problema del Nuevo Mestalla: ¿alguien me lo puede explicar?

El Nuevo Mestalla, o cómo convertir el hecho más importante de la historia del Valencia en un drama permanente. Me van a disculpar, o no, que esto es un país libre, pero no lo entiendo. No encuentro a nadie que me logre explicar dónde está ese problema con visos de drama que rodea al nuevo proyecto que ha presentado el club para el futuro estadio. De entrada existe, lo mismo que la petición de los permisos de obras, lo mismo que la voluntad de todos de terminarlo, igual que la necesidad que tiene el club de que así sea. ¿En serio nos vamos a volver locos por una foto y 24 segundos de vídeo, vamos a rasgarnos las vestiduras y a montar todo lo que estamos montando? La capacidad está siendo uno de los grandes caballos de batalla, tema que tampoco tiene por dónde cogerse, salvo que estemos en el club del “todo mal”.

Primero hablamos de un proyecto, al que todavía hay que darle más vueltas, porque aunque está muy avanzado en la trastienda, también es cierto que lanzar “globos sonda” para ver cómo caen las cosas entre la opinión pública es una buena manera de saber si se va por el buen camino o no. Que el nuevo estadio tenga 58.000 localidades o 65.000 no puede ser un problema, jamás, de ninguna forma. No vamos a entrar en datos, primero porque los tiene que dar el club, y segundo porque a alguno le iban a dar un disgusto, pero al final, lo realmente importante de ese nuevo estadio es que sea una máquina de facturar por todos los conceptos, por todos. Y que haya una capacidad mayor o menos de 6.000-7.000 espectadores no es el problema, no puede serlo. Ni la columnas, ni las supuestas lonas, ni tantas cosas de calado ínfimo que han sido las protagonistas del fin de semana.