Carlos Soler o un jugador que marcará una época en el Valencia

Su figura cada vez es más alargada, se le exige cada partido un poco más, y él, que va a ser una gran estrella, sólo quiere seguir disfrutando

Toni Hernández | 22 SEPT. 2017 | 07:01

Carlos Soler puede ser el mejor jugador de la historia del Valencia. Claro que si, ¿porqué no? Es valenciano, criado y formado en la casa desde que era un niño que no levantaba dos palmos del suelo, ha pasado por todos los equipos inferiores, y con 20 años apenas, se ha convertido en uno de los referentes del primer equipo. Por lo tanto, ha seguido todos los pasos para serlo, junto con una calidad incuestionable y una personalidad a prueba de bombas, que esos dos son factores también indispensables para poder llegar a lo más alto. Además es un tipo normal, sin tatuajes, sin cadenas de oro, sin coches multimillonarios en la puerta y sin extravagancias más propias de maleducados que de estrellas. En resumen, el yerno perfecto que toda madre querría para su hija.

La paciencia, y más con la gente de casa, nunca ha sido una virtud por estas tierras. Quizá por ello a los de aquí les puede costar menos llegar, pero sin duda les supone mucho más esfuerzo el mantenerse, porque se les exige como a estrellas desde el día en que pasen a tener un contrato amateur a uno profesional. Y que ahora nadie se tira las manos a la cabeza, que eso ha pasado, pasa y pasará, y sino que le pregunten, por ejemplo, a José Luis Gayà. Dejemos disfrutar a Carlos Soler de este tiempo en el que es un crío y juega por diversión, que si todo va bien, le llegará el peso de la responsabilidad, pero no le hagamos viejo siendo un niño, porque lo acabaremos destrozando.