Carta a Curro Torres y toda la plantilla del Mestalla 16/17

Día de dolor, de no poder dormir, de romperse la cabeza pensando, pero ha salido el sol, por muy abierta que esté una herida que tardará en curar

Toni Hernández | 26 JUN. 2017 | 08:28

El vacío que se siente cuando pierdes un descenso a Segunda A es algo que sólo se puede entender de verdad cuando lo has vivido. Da igual que lo imagines, que veas a un grupo de hombres o de críos llorando, rotos por el dolor y la impotencia. Si no has pasado por casi 12 meses de trabajo máximo, de exigencia absoluta, de tener que estar 38 jornadas entre los 4 mejores y después tener que estar 6 semanas sometidos a una tensión que te hace perder peso, pelo y hasta la noción del tiempo. Un playoff de ascenso a Segunda A de 3 rondas es una de las experiencias más extremas que se pueden vivir en el fútbol, y en el grupo de Curro Torres había muchos jugadores que apenas tiene LN 22 años. Lo hecho no tiene palabras para describirlo.

Y lo que sienten ahora mismo todos tampoco. No se puede decir nada que ahora mismo pueda calmar ese dolor que seguirá siendo fuerte varios días, porque verás en tu cabeza cómo las ocasiones falladas entran, cómo se consigue ese gol que nunca llegó en el Carlos Belmonte. Aunque he vivido ese momento dos veces, no soy capaz de encontrar la fórmula para pasar ese duelo que va a ser imposible de de salvar de otra manera más que con lágrimas, tragando saliva y pensando hasta que duela la cabeza porqué. El fútbol da revancha, siempre, de muchos modos, a veces imprevisibles. Hoy no lo vais a ver, mañana probablemente tampoco, pero lo hará. No os voy a decir que os lo habéis merecido, porque eso no basta, pero sí que podéis estar muy tranquilos con vuestro trabajo. Curro, si, como me decías anoche "muy jodido", pero hoy toca trabajar ya.