Los jugadores canarios y el Valencia CF

En los años veinte ya había presencia de futbolistas canarios en el Valencia. Desde entonces la lista se amplía a más de una decena de jugadores

Jose Hernández | 28 ENE. 2017 | 18:52

Más de una decena de futbolistas canarios han vestido la camiseta del Valencia a lo largo de la historia. Aunque Jesús Navarro Mazzotti fue el nombre más relevante en las primeras décadas, existe constancia de varios jugadores nacidos en las Islas Canarias que pertenecieron al club en los años veinte. Fueron los pioneros de una saga de valencianistas canarios que tiene como máximo exponente a David Silva.

La escuela canaria siempre ha sido una de las más singulares y talentosas del fútbol español. Marcados por un sello muy característico, la historia refleja a cientos de jugadores que destacaron en los equipos locales o dieron el salto a clubes de la península. El Valencia fue uno de sus destinos y ya a mediados de los años veinte encontramos al menos a dos futbolistas nacidos en Las Palmas que vistieron los colores del club. Decimos al menos porque existen dudas sobre el origen de algunos jugadores de la época. En 1926 aterrizan José Cruz y 'Paco'​ Curbelo. El primero era defensa y jugó en el club durante tres temporadas, mientras que del segundo sabemos que antes de llegar a Mestalla había destacado como delantero e interior en el Marino FC y el CD Gran Canaria. Pese a sus buenas condiciones técnicas y gran disparo, no consiguió permanecer en el Valencia más que una campaña. (En junio de 1927 encontramos una nota en el diario La Prensa en la que se informa de la situación de los futbolistas canarios que juegan en la península, en ella se indica que el Valencia FC concede la carta de libertad a Curbelo por bajo rendimiento).

Pero si hay un nombre relevante entre los canarios que jugaron en el Valencia en esa época, ese es el de Luis Jesús Navarro Mazzotti (Foto). Navarro cumplía a la perfección con el prototipo de futbolista nacido en las islas. Habilidoso y con gran toque de balón, impresionaba e irritaba al público a partes iguales. Tenía una personalidad muy controvertida y de él se cuentan anécdotas que reflejan un carácter algo perezoso. No son pocas las crónicas de la época en las que sale mal parado por su actitud en el campo, no obstante, jugó durante seis temporadas en el Valencia y logró éxitos importantes. No fue el único canario que perteneció al club en los años treinta, pero sí el más trascendente.

José Castro y Juan Rosado también pasaron por el Valencia, incluso Hilario Marrero (jugador que había tenido éxito en el Real Madrid y fue internacional) reforzó al equipo en la copa de 1936. Todos ellos pasaron sin pena ni gloria por Mestalla. Dos porteros nacidos en las islas y de nombre casi idéntico también pertenecieron al Valencia: Antonio González en 1940-41 y el tinerfeño Cipriano Antonio González Rivero, conocido como "Ñito". Jugó tres temporadas en la entidad dejando capítulos como su pelea con Jack Charlton en un partido de la Copa de Ferias, aunque si por algo es recordado este guardameta es por su tendencia a salir del área y regatear contrarios; fue un personaje carismático.

Castor Elzo Medina ganó la liga con el Valencia en 1944 justo antes de marcharse al Real Madrid. Muy curioso es el caso de Macario Fernández Castro, delantero natural de Santa Cruz de La Palma que fue valencianista en 1956-57. Sus actuaciones ante el club de Mestalla siempre eran estelares, y se llegó a publicar que el Valencia lo fichó únicamente para que dejara de marcarle goles. Pero no quedó ahí el debate, ya que unas declaraciones suyas provocaron que el técnico Luis Miró le apartara del equipo y el futbolista terminara regresando a la UD Las Palmas de forma prematura. Manuel Hernández 'Nolito' o José Luis Romero fueron otros canarios que jugaron tanto en el Valencia como en el Mestalla.

Hay que trasladarse al siglo XXI para encontrar al futbolista más talentoso de todos, David Silva. El de Arguineguín demostró muy pronto que estaba llamado a hacer cosas muy importantes en el mundo del fútbol. Su estilo alegre y visión de juego le permitieron ser un referente del Valencia durante cuatro temporadas. Las necesidades económicas del club forzaron su venta al Manchester City, pero la huella de sus acciones todavía se recuerda en Mestalla. Por último, en esta relación de jugadores no podemos olvidarnos de Jonathan Viera, otro exponente perfecto de la escuela de jugadores de su tierra. Pese a tener desborde y llegada no tuvo continuidad en Mestalla, la irregularidad marcó su paso por Valencia al igual que el de tantos futbolistas canarios que vistieron la camiseta del club.