El camino del Valencia de Prandelli queda marcado en Sevilla

El Valencia de Cesare Prandelli cambió su cara en Sevilla, primero con el sistema, metiendo 3 centrales con 2 laterales largos, lo que quizá le hace más feo, pero sin duda más rocoso y duro atrás, una máxima que no necesita fichajes (un medio centro sí), y segundo con las ideas más claras y menos embotamiento mental que en las últimas semanas. Que las dos cosas vayan de la mano es preciso, aunque el margen de mejora con todo sigue siendo inmenso. Que un equipo como el Sevilla, jugando en casa, por mucho delantero que le falte, en la primera parte ni te haga aire, es una muestra del buen trabajo hecho. Con acierto en el balón parado, algo a lo que el equipo le debe sacar muchísimo más partido y jugando así, mucho más.

El resultado lo marca todo, siempre, para bien y para mal, y un marcador bueno o malo parece que signifique si lo haces bien o mal. Ayer el Valencia fue un buen equipo muchos minutos contra un gran rival, aunque el auto gol de Garay lo cambió todo. Aún así, se pudo sobreponer, pudo empatar, aunque volvió a empastrar su partido con otro fallo defensivo en un córner impropio de un equipo de nivel. Pero cuando este equipo mete ritmo, mete velocidad, y mete recursos, es mucho mejor equipo, aunque le siga costando mucho sacar los partidos adelante. Resultado al margen, que siempre es lo importante, si Prandelli sigue con esa idea, y los jugadores creen en ella, al menos se tiene un camino.