Las reglas del Valencia de Peter Lim

El Valencia de Peter Lim y Pako Ayestarán va a cumplir una semana, y aunque es una cantidad absurda de tiempo, lo cierto es que este Valencia 16/17 se ha movido a una velocidad de vértigo reestructurando el cuerpo técnico con la llegada de César Sánchez y la marcha de Phil Neville, el despido del jefe de los servicios médicos el doctor Albors y la posible vuelta de Jordi Candel, con el cartel de transferibles a futbolistas como Negredo o Enzo, a los que el míster ha llamado públicamente líderes tóxicos, con jugadores como Aderlan, Vezo, Piatti o Barragán que saben que no se les quiere el año que viene, con Diego Alves reconociendo públicamente que es el portero que va a salir... Todo en menos de siete días, y eso sólo puede ocurrir si el plan estaba trazado, que lo estaba, no sé si desde hace meses, pero seguro que semanas, que Jesús García Pitarch y Lay Hoon lo tenían claro, y que esto, el 29 de abril, ya se apuntaba.

La decisión estaba tomada hace tiempo, y aunque todos hemos opinado acerca de ello, lo cierto es que alguien debe decidir, y Lim es el que ha dado la confianza a Ayestarán. Ahora debe hacer buena esa confianza, y medir bien los mensajes y los hechos, porque queda mucho mercado, de hecho falta un mes para que empiece, hay mucho trabajo por hacer, y la diplomacia y la inteligencia van a ser tan importantes como las decisiones deportivas. Lim ha dejado las reglas claras, no hay nadie imprescindible, si llegan ofertas por unos mínimos respecto a determinados jugadores como André, Mustafi o Cancelo se escuchan, y otros como Negredo o Enzo no pueden empezar el año aquí. Habrá quien siga verlo, pero si el trabajo de García Pitarch va a ser importante, el de Jorge Mendes lo mismo.

Las reglas del Valencia de Peter Lim son pocas, pero muy claras. Hay un plan consensuado por muchas partes, el propio dueño, Lay Hoon, Kim Koh, García Pitarch y el propio Pako Ayestarán, y desde luego, el personal de máxima confianza del club, que aunque sea oscura, está haciendo una labor que es digna de elogio. Y esto se lleva preparando semanas. Que no gusten determinadas cosas es entendible, de hecho a los valencianos no nos suele gustar nada de salida, somos más de que nos convenzan con el tiempo que con un buen plan, y el desánimo o la crítica viene quizá más por el horrible año que por las decisiones tomadas, aunque Ayestarán tampoco era el favorito de nadie. Pero como digo, Lim ha tomado sus decisiones, las que le llevarán a la gloria o a la misera, a él y el al club, y que desde luego pagará con prestigio y con su dinero, no lo olvidemos. Y opinar siempre se podrá, pero si se quiere mandar, hacen falta 194 kilos para las acciones, y otros 300 para seguir funcionando. ¿Algún voluntario?