El mayor engaño de la historia del Valencia podrá ser declarado legal, pero siempre será una basura inmoral

El juez ha archivado la causa abierta por delito societario abierta contra Llorente, Gómez y  Piles, además del ex presidente de Bancaja, José Luis Olivas

Toni Hernández | 22 MAR. 2016 | 09:56

La ampliación de capital del Valencia de 2009, llevada a cabo en medio del asunto Dalport, con Llorente volviendo al club de la mano de los políticos, involucrando de forma falsa y rastrera a toda la sociedad valenciana, y especialmente, engañando a varios miles de valencianistas que pidieron créditos, a Bancaja por cierto, para poder pagar acciones por valor de más de 18 millones euros, cuando todo estaba pactado para que se cubriera con dinero público, ha sido declarada legal por un juez. Y ante la legalidad nada que objetar, pero de lo que no me convencerán jambas es que ese fue el mayor acto inmoral de la historia del Valencia, y un acto despreciable, ya que se concedieron más de 90 millones de euros a la Fundación del club sin garantías de devolución, no se devolvió ni un 2% del crédito, y los genios que pensaron la maniobra, ni sabían que un club no puede dotar de dinero a su propia Fundación. Será legal, pero esta gente, en ese acto en concreto, unos chapuceros y unos mentirosos.

La campaña mediática fue bestial, había que salvar al Valencia. Claro, sin inversores, no fuera cosa que a alguno le quitaran el sillón por el cobraba decenas de miles de euros sin haber puesto uno en su vida. Gestionando ruina a precio de oro. 18 millones de euros suscritos por valencianistas humildes, que sacaron dinero de donde no había, pidiendo incluso créditos, para ayudar a su club. Y ya se tenía pactado que un crédito que jamás se pagaría cubría toda la ampliación. Ahí matasteis todos al Valencia, todos los que pensasteis esa idea lamentable, y los que la ejecutasteis. De ahí ele club pasó a la ruina, porque se gastó todo en mentiras, las mentiras de vender, de NO GASTAR UN SOLO EURO EN ACABAR EL ESTADIO, como se dijo en día. De tomar el pelo a los aficionados. Un juez, o mil, podrán declararlo legal, pero jamás podrá ser moral ni ético. Y vuestros nombres estarán marcados siempre, al menos en mi memoria.

Se os tendría que caer la cara de vergüenza. Y a todos los que apoyasteis aquello más. A sabiendas que era una tomadura de pelo. Por cierto, de aquel barrizal de mierda nos ha sacado Peter Lim, y los 100 millones que tuvo que poner para cancelar ese crédito que pidió la Fundación sin garantía y que nadie tuvo las narices de pagar, NADIE. Estoy caliente, mucho, porque ese vergüenza es para toda la vida, y ahora se critica al dueño por salvar al club de aquel marrón. ¿Dónde estaba la cola de insignes valencianistas que pagaban aquella broma? ¿Dónde estaban todos los que dan lecciones y osan decir cómo hacer las cosas? Pusisteis al Valencia al borde de la desaparición, y ahora salís de rositas. Vergüenza, asco, pero sobre todo, memoria.