Derrota muy dura en San Mamés

Al Valencia no le bastó con ser mejor durante la primera mitad y volvió a perder debido a errores individuales. Negredo falló una ocasión clamorosa tras el descanso

Jose Hernández | 04 OCT. 2015 | 18:48

El Valencia dejó escapar una oportunidad magnífica de recortar distancias con los primeros clasificados de la liga y salió derrotado de San Mamés por tres goles a uno. De nada sirvió a los de Nuno ser mejores durante gran parte de la primera mitad ya que tras el descanso volvieron a salir a escena los problemas habituales.

Buena primera mitad y gol de Parejo

Mucho viento en Bilbao y tres cuartos de entrada en el nuevo San Mamés. Unos 150 aficionados acompañaron a un Valencia que nuevamente se mostró muy poco certero ante el gol y que pagó su indolencia defensiva frente los delanteros locales. La experiencia de Raúl García y Aduriz, unida a la explosividad del cada vez más adaptado Iñaki Williams fueron suficientes para que el Valencia se marchara de vacío de la capital del Botxo. Los primeros minutos adoptaron la tónica que se esperaba, un Valencia ordenado esperando la salida en tromba del Athletic, pero lo cierto es que el peligro llegó a los pocos segundos de juego, los que tardó Jaume en sacar el primer balón que pudo colarse en su portería, el rechace posterior no pudo ser aprovechado por Williams. El rapidísimo Iñaki Williams llevó de cabeza a la defensa de Nuno durante la primera parte, especialmente a un Orban que nada pudo hacer cada vez que el delantero del Athletic le planteaba un duelo personal en carrera.

Desconcertado el Valencia e imprecisos los de Valverde en el primer cuarto de hora, el Valencia fue el primero que decidió lanzar el balón al césped. Guiados por un imperial André Gomes, los hombres de Nuno tocaron en la medular como no lo habían hecho durante toda la temporada, pero una vez más el peligro no llegó por parte de Negredo, sino por dos disparos lejanos del propio Gomes y Feghouli en los que Iraizoz tuvo que esforzarse al máximo. En el minuto 18 Bakkali fue cazado en falta muy cerca del área en una posición que presumía ser ideal para Dani Parejo. El capitán lanzó con confianza y logró alcanzar la portería rival, un gol vital que adelantaba al Valencia y que además permite al centrocampista confirmar su jerarquía en este tipo de lanzamientos.

Más tarde los de Nuno se gustaron hasta el punto que llegaron a bailar al Athletic en un rondo de pases que San Mamés acogió con incredulidad y resignación. Fueron los mejores minutos de un Valencia que no supo materializar su dominio en la posesión con ocasiones, pero parecía que hoy por fin el conjunto de Mestalla sí que daría la cara que se lleva esperando durante toda la temporada, pero volvió a ser un espejismo.El Athletic, falto de ideas y presencia cerca del área de Jaume, se dedicó a colgar balones y esperar que sus delanteros pudieran aprovechar algún error. El gol del empate local llegó en un corner en el que Raúl García reclamó penalti tras un forcejeo. El esférico quedó muerto en el área y Laporte cabeceó a la red sin oposición. El Valencia perdía su ventaja y nuevamente volvía a poner de manifiesto que debe mejorar mucho en las acciones defensivas a balón parado. Antes del descanso se reclamó un penalti en el área valencianista por manos de Javi Fuego. El conjunto de Nuno estuvo correcto en la primera mitad e incluso manejó el balón con brillantez en algunos momentos.

Negredo perdona y el Valencia desaparece

La segunda mitad arrancó con la misma predisposición ofensiva de los visitantes, intenciones que pudieron consumar en gol cuando Negredo fue magníficamente asistido por Feghouli a los tres minutos de la reanudación. El valencianista controló bien e hizo lo más difícil driblando a Iraizoz, pero lanzó el balón a las nubes de forma incomprensible y volvió a demostrar que se encuentra gafado de cara a portería. Con este lanzamiento se terminó el bagaje ofensivo de los ché, y lo que es peor, dio comienzo el recital de despropósitos defensivos. Mustafi y Vezo se habían compenetrado bien en la primera parte, pero comenzaron a ser superados por los delanteros rivales a medida que la falta de fuelle físico del centro del campo valencianista les puso a prueba. Aduriz tuvo el segundo del Athletic en una acción en la que no pudo conectar el disparo, pero en el minuto 59 ganó la espalda a la defensa valencianista para ceder en una inmejorable posición a Susaeta. Esta vez Jaume Doménech no pudo ser salvador y los rojiblancos se adelantaron en el luminoso del nuevo San Mamés.

El Valencia no mostró ningún signo de reacción, es más, la última media hora fue la mejor del Athletic. Orban, cada vez más cansado, recibió un durísimo correctivo en actitud por parte de un Iñaki Williams que se marchó ovacionado de San Mamés. Andre Gomes demostró estar en otro nivel respecto a sus compañeros, pero el portugués no puede acaparar todo el peso del juego ofensivo del equipo después de su inactividad. Negredo y Bakkali dejaron sus puestos a Alcácer y De Paul. El argentino fue el mejor futbolista del Valencia en los últimos compases y el único que aportó algo de profundidad; Nuno sigue sin confiar en el ex de Racing pese a que el futbolista dio la cara cuando jugó.

Faltaba el gol de Aduriz para que la fiesta en la grada fuese completa. Hoy no estuvo como acostumbra, pero demostró tener algo que a los delanteros del Valencia les ha faltado durante toda la temporada: efectividad. El Athletic respira gracias a la indolencia de un Valencia que sigue inmerso en muchos problemas. Nuno no quería euforia tras la victoria en Lyon, ahora tendrá muchos días para pensar en como levantar un barco que de momento camina a la deriva.