El Valencia CF apaga el incendio (1-0)

El Valencia se impone ante el Granada en un partido que permite a Mestalla recuperar la ilusión. Las sensaciones volvieron a ser positivas.

Francisco Ortí | 25 SEPT. 2015 | 22:22

Victoria balsámica. El triunfo cosechado por el Valencia CF contra el Granada ha apaciguado el enfado del siempre exigente estadio de Mestalla. Después de los malos resultados contra Zenit, Betis y, especialmente, Espanyol, el valencianismo estalló en críticas contra su entrenador Nuno Espirito Santo. Sin embargo, tanto por el fondo como por la forma, los tres puntos sumados ante el Granada regalan cuatro días de paz al técnico portugués, a la espera de lo que suceda el martes contra el Olympique de Lyon en la Liga de Campeones.

Durante los días previos al encuentro Nuno Espirito Santo había sido la diana de críticas muy agresivas. Se le señaló como el culpable de los malos resultados y él no se apartó. Asumió errores, aceptó las críticas, pero pidió que la afición estuviera con el equipo, que lo animara durante los 90 minutos. Se ofreció como mártir y así liberó a los jugadores de presión. Así, el técnico luso era consciente de que ante el Granada era necesario ganar, pero también convencer. Por ello apostó por una alineación populista, juntando a Paco Alcácer y Negredo, como tantas otras veces le había reclamado Mestalla.

Con el 4-4-2 el Valencia CF tuvo menos el balón de lo que está acostumbrado. Cedió el control del juego para favorecer un escenario más frenético, de ida y vuelta, en el que le resultara más sencillo pisar el área rival. Con esta apuesta vimos un partido entretenido para el espectador, con el balón volando de área a área sin hacer escala en el centro del campo. Primaba, por lo tanto, ser más contundente de lo habitual en el área y el Valencia CF fue claro vencedor de este pulso. Negredo estuvo imperial en el juego aéreo, mientras que en la retaguardia, Vezo y Mustafi apenas concedían ocasiones. Y si se colaba un balón aparecía un Jaume Domenech que mejora partido tras partido. De hecho, despidió la primera parte con una parada antológica, volando para atrapar un disparo dirigido a la misma escuadra.

Jaume compartió el papel de héroe con un Bakkali al que le sentó de miedo el nuevo estilo y un Mustafi que demuestra sus galones. El central alemán no solo estuvo contundente en defensa sino que se encargó de abrir el marcador al aprovechar un centro del belga. Con el 1-0 se bajó el telón del primer tiempo y Mestalla masticó una sonrisa durante el descanso.

En la segunda mitad, el Valencia CF soltó el acelerador y apostó por un juego más controlado, consciente de que no le convenía fomentar que sobreviviera el estilo alocado del primer tiempo. Fue un error. El Granada CF se hizo con el mando del partido y provocó que resucitaran los mismos defectos que habían condenado al conjunto valencianista en este arranque de temporada. Tocó sufrir, algo a lo que está acostumbrada la parroquia valencianista.

En el tramo final del encuentro, el balón merodeó constantemente el área valencianista, aunque sin que Jaume Domenech tuviera que intervenir. El Valencia CF, por su parte, apostó por salir a la contra con velocidad, intentando aprovechar los espacios que se creaban a la espalda de la defensa dle Granada. En cualquier caso, el marcador no se volvió a mover. El Valencia CF no brilló, pero ganó. No asombró, pero sumó tres puntos que apagan el incendio vivido esta semana.