Valencia - Villarreal: Un escenario muy distinto al de la 2007-08

La última victoria del Villarreal en Mestalla se dio en una de las peores temporadas del Valencia, en la que coqueteó con el descenso y los amarillos acabaron segundos

Joan Molano | 03 ABR. 2015 | 19:22

El Villarreal conquistó Mestalla por última vez en la jornada 1 de la temporada 2007-2008 de LIga, un partido que acabó desquiciando al Valencia y reflejó un 0-3 final que supuso un castigo tremendo para los hombres dirigidos entonces por Quique Sánchez Flores. Aquella temporada del Valencia fue para olvidar en lo que respecta a la Liga, donde llegó a estar a dos puntos del descenso a Segunda a falta de cinco jornadas para el final de la competición.

Aquel enfrentamiento sirvió como prólogo de una campaña che desastrosa, marcada por los conflictos internos en el vestuario y los despropósitos de la directiva, que salvó con el título de la Copa del Rey. El Valencia acabó jugando ese derbi con nueve futbolistas sobre el terreno de juego tras las expulsiones de Villa y Joaquín. Tomasson, Rossi, de penalti, y Cazorla sentenciaron a los blanquinegros. Al final del curso, el Villarreal fue subcampeón de Liga con 77 puntos, por detrás del Real Madrid (85), y el Valencia finalizó décimo con 51.


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La situación de hoy en la capital del Turia es muy distinta, radicalmente distinta. Los che son el mejor equipo local de la Liga, el tercer visitante más destacado y están batiendo todos sus récords históricos, por lo que, echando un vistazo a las estadísticas y al juego del equipo en su feudo, se puede afirmar que no hay color en el derbi, bueno sí, el blanco y negro. El Valencia es claro favorito, además, el Submarino ha perdido en sus últimas cuatro visitas al coliseo valencianista (4-1 en la 2009-10, 5-0 en la 2010-11, 1-0 en la 2011-12 y 2-1 2013-2014).

Dinámicas distintas

El Valencia de Nuno Espirito Santo llega a la cita del domingo ante el Villarreal pletórico, encadenando siete partidos sin conocer la derrota (6 victorias y un empate), es tercero con 60 puntos, 52 goles a favor y 22 en contra, está a cuatro del segundo, el Real Madrid, y a ocho del primero, el Barcelona. Su principal objetivo es amarrar la Champions (si es como tercero mucho mejor) y después, pelear por todo lo que pueda. Tiene licencia para soñar si mantiene su nivel en un curso en el que su borrón ha sido la eliminación en Copa del Rey.

El Villarreal, por su parte, se ha mostrado irregular en las últimas jornadas ligueras sumando 11 puntos de 21 posibles. Su última victoria a domicilio se produjo en la jornada 15 en el Vicente Calderón (0-1), los amarillos son sextos con 49 puntos, 46 goles a favor y 26 en contra. La meta del Submarino es jugar la próxima temporada en Europa, aunque tiene por detrás al Málaga a cinco puntos dispuesto a complicarle el objetivo. El equipo de Marcelino García Toral ha visto cómo se le esfumaban sus opciones de estar en la final de Copa, eliminado por el Barcelona, y de pasar a cuartos de final de la Europa League (apeado por el Sevilla), ha pasado de la euforia a un cierto descontento.

Así, los dos equipos llegan al derbi inmersos en dinámicas muy distintas. En el conjunto de Nuno Espirito Santo todo son buenas nuevas y la moral está por las nubes, todo lo contrario que sucede en el Villarreal, al que la trilogía de enfrentamientos contra el Sevilla (todo derrotas) le ha dejado tocado. Sin embargo, esto son datos y, como se suele decir en fútbol, un derbi es un derbi y puede pasar de todo.

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