El deporte valenciano de élite recupera abonados

Los recintos deportivos de élite en la capital del Turia viven una de sus mejores campañas. Tras unos años de mucha dificultad económica, la sensación es que al fin los amantes del deporte han podido tomar un respiro y dedicar una parte de sus ingresos a disfrutar del mejor deporte de la Comuntiat.

El caso más representativo es el de Mestalla. El Valencia había sufrido una sangría de aficionados en los últimos años, bajando lenta pero inexorablemente en su número de abonados. Este año, en cambio, la ilusión proporcionada por el proyecto de Peter Lim ha logrado revertir la tendencia, superando a esta fecha los 37.100 abonados. A ello se le suman las cifras de asistencia a cada partido, que en los primeros cuatro choques como local han superado en un 25% aproximadamente la afluencia de la temporada 2013-2014.

En el caso del Levante UD, la cifra supera los 18.000 abonados al Ciutat de Valencia desde finales de septiembre. Como es habitual, el conjunto granota ha aprovechado los cinco años en Primera División y una excelente política de precios para seguir aumentando la masa social de la entidad.

El 'subidón' en el consumo de fútbol de competición no sólo tiene su reflejo en Primera. Huracán CF, que actualmente milita en el Grupo III de Segunda División B, también ha batido registros esta temporada, con más de 2.000 abonados que acuden cada quince días al estadio de San Gregorio en Torrente. El club presidido por Toni Hernández se 'mudó' este verano desde Manises, aumentando la capacidad de su feudo y por tanto, permitiendo un mayor número de socios.

Si pasamos a hablar de baloncesto de élite, Valencia Basket tiene muchos motivos para sonreír. El club taronja, flamante campeón de la Eurcocup y tras un gran papel el pasado año en Liga y Copa del Rey, posee un atractivo innegable para los más de 7.500 abonados con los que contaba la pasada semana, dejando el cupo de la Fonteta prácticamente lleno y propiciando que este año, especialmente en los choques de Euroliga, se vaya a colgar el cartel de 'no hay billetes'.