Órdago al calendario granota

Las hojas del calendario liguero van cayendo de forma implacable. La competición comienza a declinar. La confrontación ante el Espanyol de Barcelona marca el inicio de la cuenta atrás en la evolución de la Liga BBVA. El grupo que conduce Joaquín Caparrós afronta los diez últimos partidos de la secuencia en el ámbito del campeonato de la regularidad.

Y no se trata de una simple leyenda urbana advertir que esos treinta puntos que restan para echar definitivamente el telón cuentan con un valor incuestionable en la consolidación de los objetivos trazados con mucha anterioridad al propio desarrollo de los acontecimientos. Por definición, y por una cuestión que, además, constata la experiencia, arriba el momento más decisivo y punzante de la competición puesto que la cotización de los puntos para la totalidad de los contendientes complica e incrementa la significación de cada confrontación. Lo dicen los analistas. Nada de lo que acontezca en esta estapa se antoja secundario.

Lo cierto es que el Levante afronta el tránsito que resta para cerrar la Liga BBVA con treinta y seis puntos en su zurrón. El expediente granota refulge en la zona intermedia de la tabla. El colectivo azulgrana defiende la décima posición en la clasificación general. El abismo del descenso a la categoría de Plata, tras la disputa de la jornada vigesimoctava, se aleja a una distancia de diez puntos, frontera que establece el Valladolid. Parece incuestionable señalar que el Levante aborda el ciclo último en óptimas condiciones. Su destino depende de sus propias prestaciones; está en sus propias manos. Y en ese sentido, se trata de una noticia excelente puesto que no depende de terceros, ni de situaciones externas para la ratificación de los desafíos estructurados que pasan, de manera primordial, e ineludiblemente, por mantener el rango de Primera División por quinta temporada consecutiva.

El primer duelo de este serial llevará a las huestes blaugranas hasta el Feudo de Cornellà-El Prat. En cierto modo, el partido contiene una significación pareja para los dos adversarios. El duelo reúne a dos rivales que comparten demarcación en el ecosistema de la elite. Los dos grupos alcanzan la cita en igualdad de puntos, treinta y seis, y con una percepción que los unifica; la victoria puede significar abastar la permanencia, al menos de manera virtual ya rozando el límite de los cuarenta puntos. Y no habrá armisticio. Ni intervalos para el descanso en la línea delimitada. El Levante regresará al verde el jueves próximo para medirse al Real Betis y el lunes siguiente se desplazará a Granada para batirse ante la escuadra andaluza. Tres partidos en una semana que pueden acercar a la institución a su objetivo. Y el calendario será escarpado en las semanas finales. Athletic, Villarreal, Getafe, Elche, Atlético, Valencia y Málaga cerrarán el curso 2013-2014.