La nueva estructura de Rufete choca con Djukic y su sistema

El de Benejúzar quiere implantar su metodología en el primer equipo y Djukic no comulga con sus ideas

Dani Meroño | 26 NOV. 2013 | 07:40

Rufete no podría haber empezado más enérgico su primer día al frente de la dirección deportiva o secretaria técnica del Valencia CF. Si ayer publicábamos que se enfrentaba a su primer gran problema con la mala situación del primer equipo, parece haberse propuesto atajarla de raíz, implantando el mismo método que en la Academia GloVal y con el beneplácito de Amadeo Salvo.

El nuevo mandamás en el área deportiva decidió, tras la presentación oficial como General Manager Deportivo, ver la parte final del entrenamiento y poder saludar y presentarse a los chicos -a quienes había saludado brevemente antes de la sesión-. Conocer de cerca sus problemas, inquietudes y sugerencias es una de las cosas que quiere implantar Rufete también en el primer equipo tal y como lo hace en la Academia Gloval.

Por ello, tras saludar a los futbolistas y despedirse de Amadeo Salvo tras un breve encuentro, se enclaustró con Miroslav Djukic y su cuerpo técnico con el fin de conocer más de cerca las sensaciones que desprende la primera plantilla y poder, en la medida de lo posible poner remedio. La falta de conectividad o entendimiento entre jugadores y cuerpo técnico es un mal que todavía persiste en el equipo, y buena prueba de ello es la dificultad que tienen los jugadores a la hora de poner en prácita las ideas de un Miroslav Djukic que cada vez tiene más problemas para confeccionar un once en base a una filosofía concreta.

La preparación física, uno de los grandes problemas

El primer punto que Rufete quiere mejorar es la preparación física. Mas de una quincena de lesiones musculares unidas a una curva física tan irregular como hacen pensar a Rufete que al equipo le falta o pierde gasolina por algún sitio. La maquinaria no funciona y la solución es la misma que manejaban en el club hace poco menos de un mes cuando contábamos que se pensaba en contratar otro preparador físico. Una idea con la que no comulga Djukic. Desde el club se piensa que hay que mejorar el cuerpo técnico y el serbio se cierra en banda a la hora de mover piezas que tengan que ver con sus hombres de confianza. Un punto discordante e insalvable a día de hoy, que abre una brecha entre lo que el club quiere y lo que el serbio pretende. Nombres como el de Miguel Villagrasa salieron a relucir no solo en las conversaciones entre Salvo y Rufete, sino con el propio Djukic. Dejan Ilic y Ray Henric Coll, dos de los miembros del cuerpo técnico que vinieron con Djukic y a los que les afecta directamente este tema, abandonaron la reunión a mediodía, dos horas antes de que lo hiciera el serbio. Con rostros visiblemente serios y sin hacer ningún tipo de declaraciones. Era hora de hablar del estilo de juego, de la forma de jugar.

Una filosofía de juego inexistente

La idiosincrasia -o mejor dicho la falta de ella- que tiene el primer equipo es uno de los grandes problemas que Rufete quiere subsanar. Por ello, el de Benejúzar pretendería cambiar el ya clásico 4-2-3-1 de Djukic, por uno más conservador y sistemático: 4-4-2. Algo que ya se comentaba por la tarde en Paterna. Empezar ordenados y crear un equipo desde la seguridad defensiva para Rufete es clave y es una de las cosas que quiere promover. El buen trato de balón siempre y cuando se pueda -algo que comparte con Djukic- también es otra de las preocupaciones de Rufete. Seguir con la identidad de la Academia extendida al primer equipo. Rufete está contento con la labor de Nico Estévez pese a los malos resultados y esa confianza quiere transmitirla también a un Djukic que no ve con tan buenos ojos el cambio de sistema.

Rodear el primer equipo de gente con experiencia y de la confianza de Rufete como puede ser el caso de Baraja no hace sino refrendar la idea de que no está contento con lo que ha visto hasta el momento de la primera plantilla.

El serbio cree que es una parcela que no le corresponde y así se lo hizo saber. De hecho, es entendible que acatar las decisiones de la gerencia deportiva puede suponer tragar con unas ideas con las que no comulgas.

Tras casi tres horas de reunión, alrededor de las 17 horas de la tarde abandonaba Djukic las instalaciones de Paterna a toda prisa y sin pararse ante los medios de comunicación ahí apostados desde primera hora de la mañana. Algo que produjo que surgieran las primeras especulaciones sobre un rumor a última hora de la tarde ante una posible dimisión del técnico serbio al no aceptar las ideas de Rufete.

A partir de ahí, serían varias las reuniones de Rufete con el área de metodología para implantar una nueva forma de trabajar en base a grabaciones o asesoramiento a la hora de trabajar; o el departamento de comunicación las que hicieron que estuviera hasta pasadas las 22 horas en la ciudad deportiva cuando otros ilustres como Rubén Baraja, Voro o César Sánchez ya habían abandonado las instalaciones del Valencia CF.

Rufete acababa el día con más de 10 horas de trabajo seguidas y teniendo una áspera pero importante primera toma de contacto con los miembros del primer equipo. Cambio de sistema, mejor preparación física y mayor acogida a los futbolistas, a quienes exigirá pero también arropará, son las bases de la idea del nuevo Manager General Deportivo.