El Valencia CF de Djukic ya es peor que el de Pellegrino

Tiene peores números en lo que a puntos y goles en contra se refiere

Jose Hernández | 28 OCT. 2013 | 08:11

El Valencia de Miroslav Djukic parece haber tocado fondo tras la derrota de ayer en El Madrigal, las lagunas defensivas demostradas ante el Villarreal hacen que la cifra de goles encajados en los 13 partidos oficiales que el equipo ha jugado hasta la fecha llegue a 21, más de 1,6 por partido. El Valencia de Djukic presenta peores números que el de Mauricio Pellegrino en 2012-13.

El Valencia dejó escapar en la tarde de ayer una magnífica oportunidad de acercarse a la parte alta de la tabla; su inoperancia defensiva le condenó ante un Villarreal que a día de hoy le supera en todas las facetas del juego. Los números hablan por sí solos y en este momento, el equipo de 2013-14 es peor que el de la pasada temporada, sobre todo en la parcela defensiva.

El Valencia ha encajado 17 goles en el campeonato de liga en las 10 primeras jornadas. El balance comparativo es preocupante, ya que la pasada temporada el conjunto dirigido por Mauricio Pellegrino había marcado los mismos goles que el Valencia 2013-14, tenía un punto más y recibió 12, es decir, 5 menos que en esta liga.

Si analizamos esos números y les añadimos las cifras pertenecientes a otras competiciones, el balance en contra de 2012-13 sigue siendo mejor que en 2013-14. En los 13 primeros encuentros de la pasada temporada, el Valencia ya se encontraba en el ecuador de la Champions League. Perdió en la primera jornada ante el Bayern Munich y superó con facilidad al Lille y al BATE Borisov, recibiendo un total de 14 goles sumando todas las competiciones.

Teniendo en cuenta que la dificultad de la Champions League no es la de la Europa League, y que aquel Valencia ya se había enfrentado a 3 de los 4 equipos que posteriormente llegaron a las semifinales de la máxima competición europea (Real Madrid, Barcelona y Bayern), los 14 goles encajados en 13 partidos se antojaba una cifra aceptable en comparación a los 21 que ha recibido el Valencia de Miroslav Djukic. En 2013-14 el equipo sólo ha jugado ante el Barcelona entre tres grandes citados anteriormente, un encuentro en el que el nivel defensivo fue muy pobre (se encajaron más goles que en cualquiera de los partidos jugados a principio de 2012-13 ante la trilogía de poderosos).

Partidos como el vivido ante el Swansea, y los de liga frente a Espanyol, Betis o Villarreal, dejan claro que el equipo necesita un cambio de rumbo en su esquema de juego defensivo. El tiempo dirá si la salida de Rami ha jugado un papel clave en esta evolución negativa, aunque lo cierto es que el francés no estaba ofreciendo su mejor nivel desde que comenzó la temporada.

El declive y la explosión del equipo de Mauricio Pellegrino llegó tras dos duras derrotas en las jornadas 13 y 14 del campeonato. En ellas el sistema defensivo del Valencia saltó por los aires y se dispararon los números: 9 goles en contra, es decir, un número que representaba el 64% de los goles que el equipo había encajado en la liga hasta ese momento. Se habló de debilidad defensiva, y se optó por un entrenador que tuviera la capacidad de ordenar al equipo y lograr que jugara partiendo de una aceptable solidez atrás.

El Valencia no recibía 4 goles ante un equipo recién ascendido desde la temporada 2006-07, el día en el que el Levante de Abel Resino ganó 4-2 en la jornada 37, en un encuentro en el que el equipo de Quique Sánchez Flores mostró muy poca ambición competitiva. Ante el Villarreal los errores fueron una constante e incluso se trasladaron a la portería, donde un irreconocible Guaita ya demostró durante los primeros compases del encuentro que no sería una buena tarde para sus intereses.

[video:http://www.youtube.com/watch?v=kIL5hFOg77w]

10 jornadas de liga: 17 goles en contra y sólo 13 a favor. Es la triste realidad de un equipo que no encuentra la continuidad necesaria para encadenar varios resultados positivos. Dos derrotas consecutivas en la liga y la triste imagen ofrecida en El Madrigal, ofrecen a los aficionados un escenario preocupante. Los números son en este caso la evidencia más clara de que este Valencia no funciona.