Soldado y otras salidas polémicas del Valencia CF

En el conjunto de Mestalla ha habido más culebrones con estrellas de primer nivel

Jose Hernández | 02 AGO. 2013 | 00:02

Roberto Soldado jugará la próxima temporada temporada en el Tottenham después de que el Valencia haya llegado a un acuerdo con el club inglés para la realización del traspaso. La salida de Mestalla del delantero se ha convertido en uno de los grandes culebrones del verano, sobre todo teniendo en cuenta las últimas declaraciones en las que acusa a Amadeo Salvo de mentiroso, y recuerda a otros futbolistas que en su día abandonaron el club en una situación complicada.

La afición del Valencia no ha podido despedirse de Roberto Soldado, el futbolista que se había convertido durante las últimas temporadas en la referencia en ataque del equipo. Una extraordinaria oferta económica llegada desde las islas británicas ha provocado que llegue el fial de la etapa de Soldado en el Valencia. Su rendimiento en el campo ha dejado cierto poso en el aficionado habitual de Mestalla, pero sin embargo, el hecho de que sus representantes hayan tensado la cuerda y forzado la salida del futbolista a toda costa, y que el jugador se haya pronunciado de una manera tan rotunda en contra de la gestión de Amadeo Salvo al cuál acusó de "mentiroso" y de "engañarle", permanecerá como uno de los grandes puntos negros en su despedida de la ciudad del Túria.

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Otros futbolistas vivieron situaciones complicadas, aunque alguna superó con creces la indignación actual generada en parte de los aficionados. El caso Mijatovic producido en 1996 fue probablemente el mayor escándalo vivido en Valencia. Una espectacular temporada en la que el montenegrino se convirtió en la gran estrella de la liga forzó los acontecimientos. Al día siguiente de la victoria del Valencia sobre el Barcelona 4-1 en el campeonato de liga, varios emisarios del Real Madrid llegaron para intentar contratar al jugador. La firma de un precontrato y la confirmación por parte de varios diarios de tirada nacional de que los blancos pagarían la cláusula a final de temporada, encendió los ánimos.

El ídolo balcánico de las últimas temporadas se marchó por la puerta trasera de Mestalla, aunque al igual que en el caso de Roberto Soldado, su salida dejó una importante cantidad de dinero en las arcas del club valencianista (más de mil millones de las antiguas pesetas). Gaizka Mendieta también abandonó la nave valencianista tras sufrir unos días de gran inestabilidad. El que fuera denominado en su día por el presidente Cortés como “el murciélago del escudo”, sorprendió a propios y extraños en el verano de 2001 (justo después de la final de la Champions de Milán). En una rueda de prensa multitudinaria realizada junto a sus representantes, pedía públicamente al Valencia su traspaso.

En el fondo de la cuestión se encontraba el interés del Real Madrid presidido por Florentino Pérez, aunque el Valencia se negó rotundamente a rebajar la cláusula de rescisión y entrar en una negociación con el cuadro merengue. En pocos días se resolvió su traspaso a la Lazio, aunque Mendieta no pudo tener una salida digna del club ni un homenaje multitudinario de Mestalla. Tras su fracaso en la liga italiana jugó en el Barcelona, equipo con el que visitó Mestalla en 2002-03 e incluso marcó un gol de penalti.

Roberto Fabián Ayala fue uno de los jugadores más apreciados por la afición del Valencia en los brillantes años de principio del siglo XX. El argentino se convirtió en el eje de una defensa ganadora que asestó el miedo en las delanteras del fútbol español y europeo. A pesar de ello, el que fuera capitán de la selección albiceleste no salió con buen pie de Valencia. Sus buenas actuaciones ya habían originado el interés del Real Madrid por contratarle; un Ayala decepcionado y triste se mostraba desencantado en rueda de prensa ante la negativa del Valencia a tratar su venta. Más tarde llegaron más títulos, pero el divorcio ya había comenzado a trazar su camino.

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Problemas con las lesiones harían más difícil su continuidad en el equipo, y por fin en 2006-07 se confirmó que no seguiría en el club al no renovar el contrato que le ligaba al Valencia. Su salida sería de lo más curiosa ya que Ayala jugaría en principio con el Villarreal, pero nunca llegó a vestir la camiseta del club castellonense ya que el Zaragoza pagó la cantidad acordada para la rescisión de su contrato y el argentino voló camino de Zaragoza.

En épocas pasadas también existieron salidas oscuras motivadas por diferentes razones. Lubo Penev no salió de Valencia en 1995 de la forma más brillante. Tras recuperarse de su enfermedad, el búlgaro volvió a los terrenos de juego con Carlos Alberto Parreira como entrenador. Sin embargo, el Valencia pensó que el jugador no volvería a rendir de la forma en la que lo había hecho antes del fatídico suceso de su vida. Fue un error, ya que el Atlético de Madrid le contrató para la temporada 1995-96 (el año del doblete) y más tarde Penev ofreció su mejor cara goleadora en las filas del Compostela y el Celta de Vigo.

Rainer Bonhof o Mario Alberto Kempes no tuvieron salidas pletóricas del equipo. El alemán se marchó disgustado con la directiva tras conquistar la Recopa de 1980, aunque reconoció que no tenía ningún reproche que realizar a la afición del Valencia. El argentino vivió dos despedidas; la primera cuando volvió para jugar en su país y más tarde tras su segunda etapa, en un tiempo en el que las lesiones apagaron parte de su brillantez. Un homenaje en 1993 hizo justicia con un hombre que había disputado su último encuentro con el Valencia en la decepcionante Copa de la Liga 1983-84 frente al Sevilla.