El Levante aterriza en Atenas con respeto pero sin miedo al infierno griego

JIM se ha llevado a toda la plantilla

Rafa Carretero | 20 FEB. 2013 | 17:23

El Levante ha llegado este mediodía a Atenas, donde esta tarde se ejercitará en el escenario del partido y salvo hecatombe mañana certificará su pase a los octavos de final de la Euroliga gracias al 3-0 de ventaja de la ida. Pese a la comodidad del marcador, no obstante, en la expedición granota las confianzas están prohibidas y aún hay quien se lamenta del gol que Valdo tuvo a huevo a última hora y que habría significado la tranquilidad absoluta, si bien es cierto que Keylor Navas también salvó algún tanto de los helenos.

El equipo es consciente de que el Olympiacos saldrá en tromba en busca de un gol tempranero, por lo que sobre todo los primeros 15 minutos se perfilan claves para aguantar el tipo y no cometer errores con los que los griegos puedan meterse en una eliminatoria que tienen prácticamente perdida. Nadie quiere hablar todavía del posible cruce en los octavos de final, aunque en la mente de todos está que el próximo destino europeo parece que será Rusia después de que el Rubin Kazán encarrilara la faena en el Vicente Calderón.

Respeto sí, pero miedo al infierno griego ninguno. De hecho, en el equipo hay futbolistas como Juanfran, Nikos o Martins que ya saben lo que es jugar en el Giorgios Karaiskakis, donde se presume un ambiente especialmente caldeado hacia el árbitro, sobre todo después de que los griegos trasladasen una queja oficial a la UEFA por lo ocurrido en el Ciutat. Los dos penaltis en contra y la expulsión de Holebas fueron determinantes, aunque hasta entonces el Levante había sido claramente superior.

Prueba de la importancia del envite, Juan Ignacio se ha llevado a Grecia a toda la plantilla, incluidos los no disponibles. Y es que este en absoluto es un partido cualquiera. La percepción que el Levante tenía de Europa ha cambiado y el partido de mañana es la mejor demostración, ya que viene precedido de la primera vez en la temporada en la que las rotaciones han sido en la Liga. JIM reservó a futbolistas en San Sebastián y alineará en Atenas el mejor once posible teniendo en cuenta, eso sí, que no podrá contar con Diop por sanción y el efervescente Vyntra por no estar inscrito en la UEFA.

Después del empate en San Sebastián, los granotas tienen la moral por las nubes y han recuperado la autoestima que habían perdido con la mala racha de resultados de las últimas semanas. Lo cierto es que tras la victoria del primer parcial ante el Olympiakos y las buenas sensaciones de Anoeta las sensaciones son inmejorables para firmar una nueva gesta para la historia.

Todo sea dicho, el infierno del Karaiskakis ya no es el que era. En el estadio se sigue respirando un ambiente muy caliente, pero las previsiones son que apenas se alcancen los 15.000 espectadores debido a la desilusión de una afición cansada del juego rácano de los suyos y contrariada por el 3-0 del Ciutat. Míchel está intentando levantarles la moral con la leyenda madridista del miedo escénico y las remontadas de su Real, pero el mensaje no parece estar calando en un vestuario para el que el único aliciente podría ser el regreso del valenciano David Fuster a la convocatoria pese a no perfilarse todavía como titular después de su lesión.