En Eindhoven comenzó todo...

Palop y Cañizares se convirtieron en rivales y enemigos

Jose Hernández | 07 MAR. 2012 | 08:51

El Valencia se enfrentará al PSV Eindhoven en los octavos de final de la Europa League. Viejos conocidos, ya que se vieron las caras en la primera participación del Valencia C.F en la Liga de Campeones de la temporada 1999-2000.

La visita al Philips Stadium tuvo lugar en la segunda jornada de la liguilla de la primera fase. El equipo entrenado entonces por Héctor Cúper, pasaba un bache de resultados en el campeonato nacional de liga, pero la ilusión por jugar en la máxima competición continental representaba un bálsamo para afición, prensa y jugadores.

Los valencianos plantearon un buen encuentro. Salieron al campo con Cañizares en portería, Angloma y Carboni en las bandas, dejando el centro de la defensa al sueco Bjorklund y al argentino Pellegrino. Gerard y Albelda ocuparon el centro del campo, permitiendo a Mendieta posicionarse en la derecha y dejar el flanco izquierdo para uno de los flamantes fichajes de ese año, Kily González. En punta de ataque, Claudio López y Juan Sánchez tenían la responsabilidad de llevar peligro al área holandesa. Un golazo del “Piojo” López abrió el marcador; una volea que terminó en la red tras una parábola espectacular. El Valencia merecía el resultado y estaba demostrando con mucha personalidad, que aquellos que habían señalado a los de Cúper como víctima en el grupo de la muerte, se equivocaban.

PSV, Glasgow Rangers y Bayern de Munich sufrirían el acierto valencianista

La lesión…

Pero en el minuto 70 de la segunda parte se iba a vivir un momento decisivo en la trayectoria del equipo. Si bien es cierto que el Valencia estaba poco a poco despojándose del cartel de segundón que le había acompañado durante muchos años en sus viajes por Europa, un futbolista que esperaba en el banquillo su oportunidad, también iba a vivir en Eindhoven un cambio de situación.

Una acción desafortunada de Cañizares, que fue señalada como penalti a favor del PSV, iba a desencadenar una lesión que en principio no parecía tan grave, pero que se convirtió en una pesadilla para el portero titular del Valencia.

Cañizares lesión

Palop salió al campo sin nervios y tratando de demostrar el aplomo que se presupone en un gran arquero. Había ayudado al Villarreal a ascender a primera división poco tiempo atrás, completando en su primer año en la máxima categoría, una primera parte de la temporada sensacional. En la segunda vuelta flaqueó, al mismo ritmo que todo el "submarino amarillo".

Volvió al Valencia tras su cesión, pero la portería del equipo ya estaba ocupada por un hombre que estaba viviendo en el club “ché”, la gran oportunidad de su carrera. Maduro y en su mejor momento, solo una lesión podría apartar al de Puertollano de la titularidad. Y desafortunadamente se produjo…

Palop titular

"Estoy muy contento, aunque a nadie le gusta debutar por la lesión de un compañero".

Se sentía feliz por haber jugado su primer encuentro en la competición que siempre había soñado, pero triste por el percance que sufrió su rival en la portería y compañero de vestuario; una aparente amistad que pronto iba a quebrarse debido a la competitividad por un puesto.

El Cañizares-Palop se transformó en una de las pugnas que más división creó en el valencianismo de aquellos años. El debate futbolístico se extendió a la grada, como años más tarde llegó, aunque con mucha menos intensidad, el Vicente-Kily en el puesto de extremo zurdo. Muchos condicionantes forzaron que la situación de la portería en la campaña 1999-2000 terminara siendo casi insostenible para el club.

Al principio se habló de una lesión pequeña, 10 días, 30 como mucho… pero después se cumplieron los peores augurios, ya que la resonancia magnética ofrecía un terrible diagnóstico: fisura en el maleolo tibial de la pierna derecha (3 meses de baja). Sobre la espalda de Palop había recaído la responsabilidad de guardar la portería de un equipo que pasaba por un momento muy duro en la liga, y que se jugaba el futuro de la entidad en su primera participación en la Champions League.

El debut de Palop en Mestalla (no era la primera vez que jugaba en este estadio, ya que había visitado el campo cuando pertenecía al Villarreal), llegó en un encuentro de liga ante el Valladolid. El empate a cero evidenciaba que este Valencia no funcionaba. Pero el cancerbero de L’ Alcudia demostraría muy pronto su calidad. No fue fácil convencer a la afición valencianista de que tenía el nivel suficiente para quedarse con el puesto. Un error ante el Bayern de Munich en la Liga de campeones hizo crecer las dudas, pero Palop se consagró en Ibrox Park ante el Glasgow Rangers con una actuación majestuosa.

Ibrox como escenario

Los de Cúper ganaban 0-2 en la primera parte, pero tras el descanso, los escoceses se dedicaron a bombardear la portería de Palop. Con el 1-2, el miedo y la zozobra, invadieron al equipo debutante en la Liga de Campeones, pero Palop firmó su mejor actuación desde que había alcanzado la titularidad. El Valencia no perdió su ventaja gracias a aquel portero que despejó todos los cañonazos que llegaban desde lugares cercanos a su área de castigo.

Andrés Palop

Mientras tanto, Cañizares seguía su recuperación, viviendo en la sombra el éxito de Palop. Alimentó el germen de la envidia ante la buena fortuna de su compañero, y experimentó miedo por lo que pudiera pasar cuando su lesión estuviera definitivamente olvidada. Cañizares necesitaba que se hablara de él, que se escribiera y se debatiera sobre su persona… aunque fuera de su nuevo look, con el que se presentó una mañana en la ciudad deportiva de Paterna (luciendo tinte oxigenado en su cabello), o de la decoración de su escayola.

Fuera de la portería, Cañete incluso recibió un premio en aquellos días, que seguramente fortaleció su espíritu y sus ganas de recuperación; fue elegido como el "Deportista con más estilo de 1999", por la revista ELLE. Las declaraciones del arquero sobre tan insigne condecoración no dejaron desperdicio:
“No es un objetivo que persigo. Todo el mundo cuida de su imagen porque nadie sale a la calle en pijama o ropa interior. Yo cuido mi imagen porque soy un personaje público, pero…¿Quién no lo hace?”
Palop había arrebatado a Santiago el protagonismo dentro del campo. Fuera de él, Cañizares era una figura indiscutible e insustituible.

Adiós lesión…

En Diciembre de 1999, Palop vuelve a demostrar su excelente momento de forma en el estadio Vicente Calderón de Madrid. El Valencia gana 1-2 al Atlético, entrenado por Claudio Ranieri. Las expulsiones de Gerard, Claudio López y Carboni, dejan al equipo de Cúper con ocho jugadores. Palop vuelve a causar una gratísima impresión en la portería. Tres días más tarde Cañizares vuelve tras su lesión.

Cañizares y Palop Valencia

Es en la Copa del Rey, donde el cancerbero de Puertollano volvería a los terrenos de juego. Los de Mestalla defendían en el difícil estadio del Osasuna (entonces en segunda división) el título conseguido el año anterior. Una noche negra para el valencianismo, en la que quedó claro que a Santiago Cañizares todavía le restaba mucho trabajo para volver a ser el portero resolutivo y seguro que se recordaba antes de su lesión. Los campeones de copa pierden 3-0 ante el equipo navarro y Cañizares tiene una actuación muy poco decorosa, sobre todo en el tercer gol; un zambombazo de Alex Fernández que deja a los valencianos al borde del KO.

El debate en la portería se acrecienta con aquella actuación. Palop mantiene la titularidad con el cambio de año, mientras en la prensa se especula con la posible salida de Cañizares del club. Su representante, Alberto Toldrá, presenta ofertas. No se sabe si como maniobra de presión o es que realmente las tenía sobre la mesa. La fractura en el equipo está abierta.

Cañizares vuelve

El Valencia sufre una dolorosa derrota en Zaragoza el nueve de Enero del año 2000. Cuatro goles en contra que serán una losa insalvable para Andrés Palop.

Cúper ya venía masticando la idea de cambiar al portero. Ajeno a la opinión de gran parte de la afición valencianista, el argentino parece tener claro que Cañizares volverá a defender el marco blanquinegro en la liga. Para ello, tuvo la oportunidad de palpar la opinión de Mestalla en medio de aquella tensa semana. En el encuentro de vuelta de la Copa del Rey ante el Osasuna, Cañizares vuelve a jugar en el coliseo de la avenida de Aragón. El Valencia gana 2-0 pero queda eliminado de la competición… Cañizares recibe aplausos pese al duro golpe sufrido por el club.

El domingo siguiente defenderá la portería del Valencia y Palop volverá a ser carne de banquillo para siempre.

Cañizares explicaba de esta forma su vuelta a la portería del equipo. Satisfecho y orgulloso del trabajo realizado, reconocía lo siguiente:

"La suplencia afecta a la vida privada. Sobre todo cuando el fútbol supone un 98% de tu propia vida".
En el otro lado de la balanza, Palop tenía también su opinión. Héctor Cúper intentó explicar su decisión al portero valenciano. Decepcionado y moralmente roto, el de L’Alcudia manifestaba:
"Las explicaciones de Cúper no me convencen, sólo me queda trabajar más. No tengo problemas con Cañizares".

Cañi y palop

La crisis de la portería afectó al club, más aún cuando el equipo perdió frente al Espanyol. El Valencia era décimo en la clasificación y se especulaba con la dimisión o el cese de Héctor Cúper. El vestuario permanecía dividido, y el ex capitán Francisco Camarasa decidió sacar a la luz varios trapos sucios que enturbiaron todavía más el ambiente.

"Cúper tiene una forma de trabajar que no nos gusta a muchos, hay gente que no está de acuerdo con sus decisiones".

Se refería al asunto de la portería y a la polémica del técnico con Claudio López. Camarasa fue relegado a entrenar y jugar con el filial. El Piojo terminó aquella temporada y salió del Valencia en dirección a Italia. Cañizares se convirtió en el portero de las dos finales de la Liga de campeones y Andrés Palop, comenzó a escribir desde entonces la historia del portero eternamente desplazado a la suplencia.

Años después, se especula con que la relación entre ambos no es buena. Hace pocas fechas, las nuevas tecnologías aparecieron en una disputa que parece no tener fin. Cañizares y Palop cruzaron mensajes entre sus respectivos perfiles de Twitter. La sangre no llegó al río, pero queda claro que Eindhoven abrió la veda entre dos profesionales irreconciliables…