Arranque con buenas vibraciones

El Levante arrancó la Liga con muy buenas sensaciones en el Coliseum. Un gol de Juanlu hizo justicia en el marcador tras un trallazo de Miku a la escuadra. El malagueño rescató un punto gracias a una rosca con su pierna mala en una jugada algo polémica, ya que en la asistencia Aranda se ayudó del brazo para llevarse el balón ante la pasividad arbitral.

Los granotas, en el estreno del nuevo proyecto, fueron un equipo compacto, con muy buen trato del balón, elecciones acertadas y tan competitivo como siempre. El grupo ahora de Juan Ignacio aunó sus nuevas señas de identidad con las de la etapa de Luis García, cuyo Getafe aún no carbura.

Barkero destacó sobre el resto. El vasco fue el alma del juego y cuajó un excelente encuentro, por encima de la media de un Levante que estuvo de bien para notable. La imagen y el resultado sirvieron, además, para despejar algunas incógnitas surgidas durante el verano. Y es que, en el momento de la verdad, el equipo supo estar a la altura.

Otro de los grandes protagonistas fue Juanlu, ya no sólo por su gol, sino porque fue el sacrificado en la revolución del técnico de Rabasa. Entró picado al campo en la segunda parte y el grupo lo agradeció. Fue un toque de atención que encajó con deportividad.

Juan Ignacio subrayó la importancia del punto conseguido ante un rival que en teoría está llamado a pelear en mitad de tabla y señaló que el equipo va por el buen camino.