Coloccini, el nuevo jefe del Valencia

El gol de un premio reservado a una minoría. Los delanteros conocen perfectamente su sabor. Los centrocampistas lo prueban de vez en cuando. Para los defensas, en cambio, se trata de una zona restringida. Sin embargo, existe un rara avis en los zagueros. Una especie desarrollada contra natura y con olfato goleador. David Luiz o Ivanovic son uno de los representantes más destacados de esta raza, y, junto a ellos, también está Fabricio Coloccini.

El central argentino, que está a punto de convertirse en nuevo jugador del Valencia, tiene una motivación muy especial, casi celestial, para golear: su madre. "Mi madre me observa desde el cielo. Ella ve todos mis partidos y es la que me ayuda a hacer los goles", explicó hace tiempo Coloccini, quien dedica todos y cada uno de sus goles a su desgraciadamente difunta madre.

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El Valencia ha buscado un central para apuntalar su defensa desesperadamente a lo largo de todo el verano. La agenda de Braulio ha dado muchas vueltas, pero en ella siempre apareciía el nombre de Coloccini como una de las prioridades. Su alto coste económico le retrasaba en la lista de opciones, pero finalmente ha sido el elegido y llegará -casi con total seguridad- a cambio de cinco millones de euros.

Con la incorporación de Coloccini el Valencia se refuerza con un defensa que aportará mucho más que goles en acciones a balón parado. El argentino posee una larga lista de virtudes, como ha demostrado a lo largo de toda su carrera y en todos los equipos en los que ha estado. A sus 29 años, el 'Colocho' llega a Mestalla para ponerle el broche de oro a su trayectoria levantando algún título como valencianista y jugando la Liga de Campeones.

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Coloccini arrancó su carrera a los 16 años con Boca Juniors y nada más cumplir su mayoría de edad cruzó el charco cuando el Milan decidió apostar por él. Sin embargo en San Siro nunca gozó de demasiadas oportunidades y se marchó cedido a San Lorenzo, al Alavés, donde sí brilló, al Atlético de Madrid y al Villarreal. Su consagración llegaría cuando se desvinculó totalmente de los rossoneri y el Deportivo de la Coruña pagó tres millones por él. Con los gallegos vivió sus mejores años, hasta que emigró al Newcastle a cambio de 16 millones de euros.

Con las Urracas Coloccini se convirtió en un líder, aunque colectivamente las cosas no le han marchado demasiado bien, llegando a descender a la segunda división inglesa. Este año, cansado de la fuga de cracks que sufría St James Park ha decidido dimitir como capitán del equipo y buscar una salida. El Valencia se convertirá -a falta de confirmación oficial- en su nuevo destino.

El Valencia obtiene así un central experimentado y curtido, seguro en el juego aéreo, férreo en el marcaje y con buena salida de balón. Un auténtico jefe del área. Coloccini se muda a Mestalla y, seguro, allí su madre también le estará observando.