El objetivo del Valencia de Bordalás no cambia
No se puede mirar a ninguna otra parte que no sea el duelo contra el Levante, y si se gana, hacer lo mismo pero pensando en el Espanyol
Toni Hernández
Periodista deportivo desde 1996. Si no respetas, no te pueden respetar.
Un equipo de fútbol llamado Valencia
Sólo hace falta ver cómo se celebró el tanto de Piccini, por parte de todos, y por lo que significaba para el jugador y para el equipo
Jasper Cillessen, el portero del Valencia que da puntos como si fuera delantero
El portero holandés, por fin y para el bien de todos, está dando un nivel absolutamente extraordinario, y siendo mucho más que diferencial
¿Ha sido un éxito la manifestación en contra de Peter Lim?
Mi percepción es que es un rotundo, sin palitivos, y no sólo porque hubiera más de 15.000 personas, sino por todo lo que significa a todos los niveles
Celebrar un gol del Valencia contra el Elche es de equipo pequeño: ya está bien
El tema empieza a cansar, y desde luego a cabrear, porque ni tiene sentido ni viene a cuento de ninguna de las maneras que se quiera ver
Otra semana importante para el Valencia
A falta de saber con cuántas acciones se va a poder acudir, pase lo que pase, Anil Murthy y Meriton van a tener que mirar a la cara a mucha gente
Gonçalo Guedes sabe el camino que tiene que seguir para ser un gran jugador: de él depende
Hay que saber la tecla que se le puede tocar a cada jugador, y en eso, el técnico alicantino está demostrando que tiene muy buena mano
El fútbol es maravilloso, y Piccini ha escrito otra historia maravillosa en el Valencia
Un trallazo imparable, como aquel icónico día del Huesca, y que hacía estallar al estadio y a todo un equipo, que sabe lo que ha sufrido este tiempo
Los políticos y los bancos, fuera del Valencia para siempre
Volver a caer en esa trampa no tendría sentido, porque ellos son los que nos han metido en este agujero, y no pueden usarnos de nuevo para nada
Discutir a Carlos Soler en el Valencia es demasiada costumbre, y muy injusto
Es un tema ya muy manido, que esencialmente agota, porque es como la pescadilla que se muerde la cola y no parece tener fin