Cuando sólo vale el valencianismo de algunos

La élite moral del entorno del Valencia está a pleno rendimiento. En los últimos meses hemos sobrepasado todos los límites posibles, si es que ya quedaba alguno, y ahora ya no sólo se rata de acosar, tal cual, a aquel que no dice que Lim es un mierda 20 veces al día, sino que se va, sin ningún tipo de vergüenza, a por todo aquel que osa ser libre por un lado, y poner por delante de todo el bien del Valencia. Y ese, por más que chillen algunos, pasa por no bajar a Segunda.

Sin duda también porque Lim venda sus acciones, pero primero va a el uno y luego el dos. Y no, se trata de que todos los años pase los mismo, porque el curso pasado no sucedió tal cosa, y hubo 20.000 valencianistas en Sevilla viendo una final de Copa a finales de abril, y a primeros de mayo se montó una manifestación. No, la élite moral del Valencia me trae sin cuidado, porque incluso empieza a dudar de que realmente sean valencianistas.

Porque nadie que sienta a este club, que entienda de verdad que hay una manera de vivirlo por cada uno de nosotros, podría hacer semejante atrocidad sin que se le cayera la cara de vergüenza. Antes éramos otros los blancos fáciles, ahora mismo ya disparan a todo aquel que no situ una doctrina muy concreta, y eso, cuando intentas a amordazar a tanta gente que es libre por naturaleza, lo único que estás consiguiendo es que tengan muchas más ganas de enseñar su libertad, de ponerla de manifiesto, de ser más del Valencia que nunca, porque cuatro, que al final son cuatro, policías de balcón, no van a poder con la fuerza de un sentimiento de más de 100 años de antigüedad. Y los que nos quedan si Dios quiere, y a pesar de muchos.