Las razones por las que el aficionado del Valencia debe llenar Mestalla esta sábado

Las razones por las que el aficionado del Valencia debe llenar Mestalla este sábado en el partido contra el Mallorca son muchas, y de distinta índole. Aunque siempre hay que partir de un principio de libertad claro y sin ningún tipo de condicionamiento. Es decir, que cada uno puede hacer lo que le dé la real gana, y eso pasa por ir al campo, quedarse en casa, irse a comer y ni acordarse que hay partido. Y dentro de esas opciones, si la escogida es ir al santuario valencianista, hacer lo que le pida el cuerpo sin tener que seguir lo que dicte nadie. Ni tampoco protestar o animar cuando se suponga que toca, sino cuando le apetezca.

Pero volviendo a las razones, al menos a las posibles razones, está claro que la primera es que Mestalla se puede llenar después de casi 2 años. El 29 de febrero de 2020, contra el Betis, fue la última vez que vivimos un partido “normal”, y desde entonces ha pasado mucho tiempo, y también, muchas cosas. Y casi todas malas, como todos sabemos. Por eso, es la primera vez que más de 50.000 personas pueden ir a su casa y decir lo que les venga en gana a la propiedad. Sin miedos, sin censura, sin nada que les pueda coartar. Un partido como el de hoy, por todos estos condicionante, merece un campo hasta la bandera, y una pitada que haga historia contra Peter Lim y Anil Murthy, que tendrá que aguantar en el palco callado y quieto, porque eso es lo que ha pasado toda la vida y como el aficionado, más allá de redes sociales y otras cosas modernas, dice lo que piensa de su equipo de fútbol.

Y por supuesto, es un momento perfecto para respaldar a Bordalás y sus jugadores, que merecen ese apoyo incondicional por nuestra parte. Primero porque son los nuestros, y segundo porque son un grupo honrado que se deja la piel en cada partido. También debe servir que estemos todos para que algunos de nuestros jugadores, como Gayà y Soler, sientan lo que la afición les quiere, les aprecia y desea que se queden.. No encuentro más que motivos para ir, pero cada valencianista sabe lo que tiene que hacer, o lo que quiere hacer.