El Valencia y las diferencias con la planificación de 2016-17

El club ha tomado nota del desastre y las primeras decisiones del nuevo proyecto invitan al optimismo. Es pronto para juzgar pero hay detalles positivos

Jose Hernández | 18 MAY. 2017 | 08:49

El Valencia está trabajando de cara a la próxima temporada, después del fracaso vivido en 2016-17 parece que el club está decidido a dar un giro a la situación y ya se han visto algunos cambios importantes respecto a las decisiones tomadas hace un año. A pesar del optimismo que reina en el ambiente, los precedentes de la gestión de Peter Lim invitan a tener cautela, pero no cabe duda de que el trabajo se está realizando con mayor sentido común.

La elección del entrenador es el pilar principal del cambio. La pasada campaña se apostó por un técnico inexperto y de perfil muy bajo, el proyecto nació con la "pata coja" desde el primer momento y nadie, ni jugadores ni afición confiaba en que el experimento daría buen resultado. La figura de Mateo Alemany parece haber dado mayor estabilidad al club, sus decisiones están teniendo peso aunque es muy pronto para emitir un análisis final sobre su trabajo. Alesanco es la pieza que ha quedado más tocada en el puzle del nuevo Valencia. Su apuesta no era la de Marcelino y su posición en la entidad puede quedar debilitada.

Al Valencia le queda lo más importante: acertar con los fichajes y elegir bien las salidas para poder equilibrar el presupuesto. Las incógnitas sobre Peter Lim y sus intenciones no quedarán despejadas mientras el Valencia no vuelva a encauzar el ritmo competitivo, con menos razón si el máximo accionista sigue lejos de la ciudad y no explica de forma pública que es que quiere hacer con el Valencia. No obstante, y en medio de la oscuridad vivida en los dos últimos años, hay algunas razones que invitan a tener algo más de paciencia con la gestión.