El lado positivo

Que de todo hay

Toni Hernández | 04 OCT. 2011 | 13:56

Hay aficionados del Valencia que me preguntan por qué lo veo todo tan negro. O tan negativo. Yo les voy a contestar a la gallega, o mejor incluso, a lo doctor Sánchez Ocaña: más vale prevenir que curar.

Ni todo está mal, ni todo está bien, las dos cosas que servidor considera imposibles en la vida. Unai tiene claro lo que quiere, pero el problema es que lo que él quiere y lo que se ha generado como expectativa no cuadra. Los partidos frente a Barcelona y Chelsea son dos ejemplos.

El Valencia apostó por la juventud, por la renovación total. En dos años se ha desmontado una plantilla y se ha hecho otra completamente nueva. Casi completamente. El nivel deportivo, al menos en estos dos años no se ha resentido. Al menos en la Liga, porque en competiciones a doble partido, el balance es para hacérselo mirar.

Hemos consolidado un portero como Guaita, aunque la actuación de Alves en Champions parece que haya sembrado la duda. Jordi Alba va a ser internacional, Soldado ha recuperado su mejor nivel… Ha habido cosas buenas, pero seguimos anclados en problemas pretéritos.

La ambición bien entendida es básica. El objetivo es entrar entre los cuatro primeros, siempre, correcto. ¿Pero cuál es el destino final? ¿Hacia dónde vamos exactamente? Los activos se terminan, aunque siempre va surgiendo alguno, y ese recurso de venta anual se agota. En otros tiempos valencianistas, el cinturón se apretó con un plan. ¿Lo tenemos ahora?

El tema deportivo ha mantenido la calma estos dos últimos años. Dos terceros puestos, con disgustos en competiciones cortas, han tenido tranquilo al personal. Pero señoras, señores, el plan, la estrategia, por favor.

Y un tema más, que no tiene que ver con nada negativo o positivo: ambición bien entendida, morir con las botas puestas, luchar a brazo partido, no rendirse. No experimentar, no tener ataques de genio que sólo conducen a sufrir contra rivales menores.

¿Me seguirán viendo con cara negativa? Yo quiero recordar los cabreos monumentales cuando el Deportivo, el Sevilla o el Villarreal nos han echado de la copa, o la Dinamo de Kiev, Atlético de Madrid o Schalke nos tiraron de Europa. O cuando hemos perdido partidos inexplicables contra equipos que eran peores y nos hemos quedado sin opciones de nada. No tengamos tan poca memoria… y tan mal genio.