Todos quieren mandar en la Grada Joven de Mestalla

La Grada Joven de Mestalla vuelve a ser una jaula de grillos, una nueva concentración de follones y guerras de poder. Como ha pasado muchas veces en la historia, antes con los dos fondos que había en el estadio. Con esto ya me quemé hace unos años, y total para nada, porque al final, lo que se pretende siempre es mandar, es decirles lo que tienen que hacer y que decir, y de alguna forma, desvirtualizar lo que realmente tendría que ser ese fondo, al que hemos visto levantar a Mestalla como si fuera un delantero haciendo varios goles en el mismo partido.

El sábado del Betis suscitó un debate del que realmente no fui consciente hasta que empecé a leer en redes sociales todo tipo de burradas. Cada uno arrimando el ascua a su sardina, recriminando lo que no le viene bien a su relato, afeando según qué cosas por encima de lo único que tendría que ser importante, que no es otra cosa que el Valencia.

Como yo entiendo esa grada igual no coincide con nadie, seguro, y si digo todo lo que pienso, aunque sólo hable de fútbol, se me echarán encima los guardianes de la moral de este asunto, que aquí tenemos de todo, faltaría más. Ese fondo tendría que estar lleno hasta arriba de gente que fuera a dejarse la garganta cada partido, dando completamente igual la edad.

Tendría que ser libre, de todo y de todos, y sólo tener una ideología, el Valencia. Y claro que habría de contar con gente veterana que sea capaz de organizar a varios miles de chavales, porque todos hemos contado con un tutor en nuestra vida, para casi todo. Todo lo que sea salirse de eso, no me parece correcto. Y a partir de ahí, que cada uno juzgue lo que ve, que es muy fácil de identificar.