La frustración mal entendida en el entorno del Valencia

Debemos ser conscientes del Valencia que tenemos hoy en día. Y eso no significa que estemos de acuerdo con lo que hay, ni que nos conformemos, ni que no estemos muy cabreados. Es muy distinto saber qué plantilla hay a pensar que es la que deberíamos tener. En lo segundo tenemos nula incidencia, porque mientras Peter Lim siga siendo el máximo accionista ya sabemos lo que nos toca.

En lo primero sí podemos ser importantes, sobre todo, manejando mucho mejor las emociones que nos rodean. El Betis es mejor equipo que el Valencia hoy en día, tiene mejores jugadores, y sólo hay que ver lo que ficharon ellos en invierno y lo que fichamos nosotros. Y les estamos compitiendo con uñas y dientes. “Es que dejamos pasar la primera parte”. Estuvimos mal, seguro, y ellos estuvieron bien, por supuesto.

Y cuando ese perfil de futbolistas hace un buen partido, te toca sufrir, pues claro que te toca sufrir. Ellos cambian a Isco y Bakambu por Fekir y William José, teniendo claro que los 4 serían muy titulares aquí. Perder la perspectiva no es algo que nos podamos permitir, y repito, aunque sé que esta parte no se leerá porque alguno ya habrá perdido la cabeza, que es indigno que Lim nos tenga así, pero que ese es otro tema del que ya sabemos todos lo que opinamos, igual que tenemos claro que no lo podemos solucionar.

Baraja y su plantilla se han ganado el derecho a que creamos en ellos por encima de cualquier circunstancia puntual, y eso pasa por saber que algunos partidos, por muy importantes que sean, se pueden perder. De ahí a que quememos la falla por cabreo, creo que media un abismo, y además, es terriblemente injusto con esa gente.