La hora de Javi Guerra en el Valencia, pero siendo él

Javi Guerra debe volver a ser Javi Guerra. Se tiene que quitar la mochila de encima y ser ese chaval sin vergüenza y sin miedo que hacía lo que quería con el balón en los pies. No debe pensar en lo que se espera de él, ni en cómo le va a tratar el entorno, sino que ha de ser jugador de fútbol, ese chaval que subió del Mestalla casi sin hacer ruido, y que menos de un año después es una pieza clave en el equipo de Baraja... que es quien más le puede enseñar el camino.

No está siendo un año sencillo para él, como es normal. Porque aparecer es "sencillo", pero mantener un nivel tan alto siempre, y más siendo tan joven, no lo es tanto. El Pipo decía el año pasado que los nanos no eran conscientes de la presión y que eso los hacía ser mejores, y es obvio que eso va cambiando conforme te asientas, pero para la naturaleza de Javi, se debe mantener ese sentido de niño jugando en el patio del colegio, porque es esencial.

No ha de tener miedo, no ha de pensar en hacer la jugada perfecta cada vez que tiene el balón, no ha de encabezonarse en ganar él solo los partidos. Simplemente ser él mismo, el mismo chaval que nos hizo vibrar la campaña pasada, y en varios momentos de esta. Y abstraerse del exterior, olvidarlo, que por su cabeza no pase ni el halago ni la crítica, porque ahora mismo sólo debe haber fútbol, pelota, verde, y muchas ganas de comerse el mundo, nada más.