Seamos sensatos con todo lo que rodea al Valencia

La cordura en torno al Valencia nunca ha sido algo especialmente destacado. Siempre hemos tendido a la exageración de todo, lo bueno y lo malo, y hemos relativizado muy pocas veces las cosas que nos pasaban, cuando quizá, la solución más sencilla para muchas cosas era eso. Simplemente eso. Ahora mismo estamos igual. Lo fácil es culpar a Peter Lim, que obviamente tiene su carga de culpa en las cosas que le tocan, pero vamos, que sin él estaríamos de la misma manera a nivel de tensión, porque aquí somos así. Y oye, de alguna forma, eso también nos define, y yo estoy muy orgulloso de ser valenciano y valencianista.

Es complicado abstraerse, no lo pongo en duda, porque al final somos un gran de maltratado por su máximo accionista, que pelea más mirando abajo que arriba, y con el susto en el cuerpo del año pasado. Y con multitud de problemas que nada tienen que ver con el fútbol, más referidos a cuestiones inmobiliarias que futbolísticas, con más políticos hablando de jugadores o el propio entrenador. Escachamos poco, porque estamos tensos, hablamos mucho, porque estamos nerviosos, y analizamos casi nada, porque siempre tendemos a la explicación fácil de las cosas.

Tenemos que ser un poco más sensatos con todo lo que pasa alrededor de nuestro club, porque es nuestro y porque no siempre la explicación que más ruido hace es la correcta, para nada en absoluto. Supongo que algunas cosas se aprenden con la edad, y que igual me ocurre que han sido muchas batallas, buenas y malas, que uno prefiere verlo todo con un poco más de perspectiva antes de sacar la espada y liarse a mandobles. Realmente eso no lleva a ninguna parte más allá del desahogo personal de cada uno, y eso es algo que no debemos olvidar. Lo mismo que el hecho de que cuando Peter Lim no esté, que eso pasará, aquí seguirá ocurriendo lo mismo.