Madurez alrededor del Valencia

Me encanta el grado de madurez que veo en gran parte de lo que rodea al Valencia. Y eso no significa que todos no nos queramos ilusionar y que incluso nos dejemos llevar como pasó el día del Celta de Vigo en la Copa del Rey. Pero es como si estuviéramos aprendiendo de nuevo a andar, dando pequeños pasos, cayéndonos también, pero teniendo claro que el objetivo es volver a ser grandes, estar con los de arriba, pelear con ellos, y ganarles, como hemos conseguido hacer tantas veces en casi 105 años de historia.

Nadie dice que a Europa con todo, que no se nos puede escapar y que no llegar sería un fracaso. Casi nadie, vale, que siempre hay quien no quiere ver lo que somos, y no por ello le duele más que a los demás, pero ese es otro tema del que realmente no me apetece hablar ahora, que tiempo vamos a tener seguro. Hemos llegado a la sana conclusión de que lo más bonito es ver cada partido de estos chavales, verlos crecer, madurar, y eso también pasa por cometer errores, que sin duda se van a dar, porque si les pasa a los buenos y veteranos, imaginamos a nuestros nanos.

Pero eso no es malo, para nada, también es valencianismo, es ser valencianista, y no pasa nada por tener claro lo que toca hacer ahora. Del proceso también se puede disfrutar, porque luego, cuando lleguemos a la meta, porque vamos a llegar, el sabor será aún mejor, que a nadie le quepa duda. Veo ganas del Metropolitano, sabiendo que es un partido complicado, mucho, pero en el que vamos a competir con todo, y eso, pensando en los dos últimos años, desde luego que ya es mucho. Y lo que nos queda.