Baraja y los problemas de intensidad en la plantilla

A Baraja se le puede echaren cara su falta de experiencia como entrenador en la élite, pero lo que nadie puede discutir es su conocimiento del profesionalismo y sobre todo del entorno del Valencia. El Pipo detectó desde el primer momento los problemas del club y la necesidad de crear una comunión entre público y afición para sacar el barco a flote.

Los aspectos positivos de la plantilla ya los conocemos todos, el equipo lo da todo y suple su falta de calidad con ambición  ganas de crecer. Pero en Sevilla se vio a un equipo desconcentrado que esta vez no merece ningún elogio. Baraja dio un toque de atención al afirmar que faltó concentración en el balón parado y que el Valencia no llegará a buen puerto si no da el 200% en cada encuentro. No le falta razón.

En muchas ocasiones los elementos más díscolos del vestuario se escondieron tras la presión social a la propiedad para jutificarsubajo rendimiento. Es una realidad que quedó comprobada la pasada campaña, ahora este tipo de comportamientos no deben volver a repetirse y a pesar de las carencias de la plantilla la concentración y profesionalidad son innegociables. Los jugadores del Valencia también merecen un toque de atención tras la nefasta imagen de Sevilla.