El Valencia se va al carajo, y el máximo accionista lo empuja

El giro de tuerca del dueño supone un palo tremendo al club, al que deja poco menos que muerto, y sin visos de que nadie cambie

Toni Hernández | 09 AGO. 2023 | 00:01
Peter Lim

He creído y he defendido a Peter Lim en Valencia. Lo he hecho y no me escondo, lo mismo que no lo llevo haciendo desde 2019, cuando cualquier ser racional ve que aquello no tenía ni pies ni cabeza. Pero repito, lo hice, y eso me generó enemigos y que, algunos que consideraba amigos pero no debían serlo tanto, dejaran de hablarme por el simple hecho de tener unas ideas distintas a las suyas. No reniego de mi pasado, pero tampoco de mi presente.

He dicho muchas veces que doy gracias a Dios por no haber estado al pie del cañón en el proceso de venta, como le dije hace unos días a mi amigo Julio Insa, porque a los amigos tampoco renuncia, si hubiera estado habría terminado discutiendo con media humanidad. Yo no traje a Lim, pero le conocí en persona, me contó lo que quería hacer, y yo le creí. De aquello ya hace tiempo, más del que parece, y ahora la situación es incluso peor que en aquel lejano 2014.

El club se va por la taza del wc, y el máximo accionista, lejos de hacer nada por evitarlo, lo está empujando con más fuerza que nadie. La excusa de bajar el coste de la plantilla o cualquier otro, ya no tienen sentido ni base, y lo único que ha conseguido es que todo explote, que la gente de aquí se quede en paños menores y que ahora sea el blanco fácil de todos. Y además, ha puesto a Baraja, una leyenda intocable, en una situación que merece mucha reflexión.