El Valencia de Baraja y un cambio definitivo

Restan cuatro partidos, doce puntos en juego de los que el Valencia tendrá que sumar al menos la mitad para estar absolutamente tranquilo sin esperar a lo que hagan los demás, podrían ser suficientes menos pero cuanto antes se resuelva la papeleta será mejor para el valencianismo. La cercana permanencia se ha cimentado en las últimas semanas con un cambio sustancial y una tendencia que se ha convertido en positiva y en la que el equipo se ha acostumbrado a sumar.

La mentalidad ha sido clave, el equipo empezó a creerse que podía competir con cualquiera y no siempre la suerte iba caer en el otro lado. La victoria ante el Valladolid en el descuento y volver a ganar lejos de Mestalla ha quitado un peso de encima a los jugadores, hasta entonces atenazados por estar tantas jornadas en la zona roja. En lo futbolístico está claro que la fórmula de Baraja y su apuesta por hacer de lo simple un plan ha surgido efecto. Jugadores como Samuel Lino y ante el Celta Kluivert han demostrado que este equipo tiene más calidad que la demostrada durante gran parte del curso.

Pero sin duda hay un factor vital, y ese ha sido la valentía de Baraja en su apuesta por los jóvenes. Futbolistas como Javi Guerra o Marí han dado un paso al frente y aportaron la frescura que este Valencia bloqueado necesitaba. Hay que darle a Baraja el mérito de asumir el riesgo, los canteranos han dado una lección a otros futbolistas de mayor peso que no dieron la talla.