El Valencia no está obligado a hacer ventas para cuadrar números, pero…

Una cosa es que los balances no te fuercen, y otra muy distinta que haya ofertas encima de la mesa que tengas, al menos, que valorar

Toni Hernández | 10 MAY. 2023 | 00:03
Giorgi Mamardashvili

¿El Valencia va a tener otro verano plagado de ventas? Pues si nos atenemos a los números, no necesariamente, ya que las salidas para cuadrar balances se dieron en el ejercicio anterior, y en este, como ya pasó en 2021, no habría esa necesidad que se convierte poco menos que en exigencia. Si el equipo baja a Segunda, algo que ahora mismo está encima de la mesa, la cosa puede cambiar, porque para empezar es posible que hubiera jugadores que no quisieran seguir, y otros que recibieran ofertas interesantes.

Pero eso ya es un contexto distinto al de no tener más remedio que vender, y por lo tanto, la postura, y hasta la fuerza del club, no sería la misma. Si logramos la salvación, y en verano vienen clubes a preguntar por nuestros jugadores, al final es como cualquier aspecto de la vida, dependerá del dinero. Si alguien llama a la puerta y da 15 millones de euros por Mamardashvili, por ejemplo, la postura del club debe ser la de ni coger el teléfono. Si la oferta empieza en 30 millones, lógicamente, hay que sentarse a negociar.

Y todo ello pensando siempre en que las ventas sirvan para reforzar al equipo, que sea en la categoría que sea, lo va a necesitar y mucho, porque no podemos volver a jugar a ser más jóvenes e inexpertos, o a que todos los que llegan sean cedidos, que ya hemos visto cómo funcionan las cosas cuando nos ponemos así. Ventas obligadas no debe haber, aunque eso no significa, ni mucho menos, que no se vayan a dar, siempre dependiendo de la cantidad que nos pongan encima de la mesa. La ley del fútbol de toda la vida, que Peter Lim tampoco ha inventado esto aunque alguno lo piense.