La confianza y el respeto del Valencia hacia sus entrenadores

Un nuevo debate se ha instaurado entre el valencianismo, la continuidad o no de Rubén Baraja si el equipo no es capaz de poner fin a su mala racha de resultados. Y el debate ha llegado acompañado de los rumores, en este caso encarnados en la figura de José Bordalás y varias informaciones que aunque son contradictorias, han servido para encender más la llama. En el club lo tienen claro, al menos de momento y de puertas hacia afuera; Baraja terminará la temporada.

Pero un club que fue capaz de cesar a un entrenador tras ganar la Copa del Rey, que contrató a técnicos sin experiencia, o aguantó a un mister durante meses a pesar de que se quería ir no es una entidad que se haya ganado la credibilidad. Pero más allá de lo que ocurra con Baraja preocupa pensar en el futuro. Si el Valencia logra la permanencia está por ver que se piense en alargar el contrato de Baraja, es muy posible que llegara otro técnico con vínculos con Mendes y la propiedad. Peor aún es pensar en un proyecto en segunda división, resulta complicado pensar en que Meriton tendría voluntad de reconstruir un castillo de naipes derrumbado.

Si el desastre termina llegando haría falta mucho trabajo para volver a primera división y sobre todo un entrenador con carisma y respaldo total, ¿la propiedad del Valencia está preparada para asumir algo así?