Levantarse contra toda la adversidad que rodea al Valencia

Todo lo que rodea al Valencia, deportivo y no deportivo, parece la adversidad hecha situación real. Es que donde mires, el día de la semana que sea, hay fuegos que apagar, y no pocos. Lo he dicho muchas veces y lo repito ahora: si no estuviéramos hablando de nuestro equipo y fuera de cualquier otro por el que no sentimos nada, nuestro análisis sería que se van al pozo sin ningún tipo de remisión.

Pero es el Valencia, y ya no sólo porque jamás nos damos por vencidos aunque sólo sea en nuestro fuero interno, sino porque sabemos cómo está forjada nuestra historia, tenemos claro que, cuanto peor pinta todo, más opciones hay de que pasen cosas que nadie espera. El domingo mismo tenemos un partido más que vital (me niego a llamarlo final) por muchas cosas. La lista de bajas y de dudas es interminable, y muchos de ellos son titulares indiscutibles.

Si digo la verdad, cada vez que me meto en internet o en twitter para ver noticias, tengo miedo de que haya pasado algo más aparte de lo que ya tenemos. Y resoplo, claro que resoplo, cuando veo que hay otro lesionado u otro que es duda porque no está claro que llegue. Y entonces pienso en mi amigo Rubén y en lo que puede estar pensando de cara al domingo, y viendo el día a día.

Y me dan ganas de llamarle para intentar ayudar, pero luego pienso que estoy hablando de uno de los tipos con la cabeza más fuerte que he visto en mi vida, que tiene claro que lo va a sacar mucho antes incluso de firmar. Y eso, para los que le conocemos, es mucho, y sabemos qué es lo que quiere decir. Este Valencia debe superar la adversidad, y no entiendo aún la razón de ello, estoy totalmente convencido de ello.